Shock Inical

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-Qué quieres ser de grande Chequito?-

-Quiero ser piloto de Fórmula 1- contestó el pequeño pecoso mientras limpiaba su kart.

-Wow, está decidido Antonio-

Antonio miró a su primo con nostalgia y un poco de tristeza. Sergio apenas tenía 7 años y después de ver que sus hermanos participaban en karting, y que él arreglaba carros de pilotos nunca más lo sacaron de la idea de que él iba a hacer lo mismo en un futuro.

-Ya sé, él sabe lo que quiere-

-Y cómo le vas a hacer, tienes que pensar en el futuro de tu empresa, ese es su legado. Qué hay de Marilú? necesitan ahorrar para su tratamiento, no nomás puedes estar haciendo gastos innecesarios- Antonio dejó de lado sus herramientas que usaba para arreglar el kart de su hijo y miró a su primo Francisco con ojos llenos de enojo.

-Mejor cállate Paco, no quiero que digas eso delante de mi hijo- dijo apuntándolo con un destornillador.

-Antonio, reacciona! ese niño tiene que saber que la vida no es de color rosa. El automovilismo es un deporte de gente rica y ustedes no lo son, viven bien, claro, pero la Fórmula uno por favor! Mandalo a trabajar conmigo, lo pongo de chalán o algo para que vaya ganando dinero- Antonio negó con la cabeza y no respondió más.

-Si te lo puedo mandar, pero con la escuela, su entrenamiento y las competencias, no creo que tenga el suficiente tiempo.-

-Ay hermano, te estás quebrando el lomo gastando tu dinero en un niño que ni siquiera sabemos si va a sobresalir lo suficiente para entrar en la máxima categoría. Qué hay de Marilú? La vas a dejar morir solo por un capricho de Sergio?- Sergio, quien estaba parado a lado de Antonio dejó de limpiar el kart y miró a su padre con una mezcla de confusión y dolor.

-Hijo, súbete a hacer la tarea. Luego seguimos con tu carro- la voz de Antonio cambió de tono para dirigirse a su niño, cuando por fin se marchó de ahí, se levantó de su lugar y caminó con pasos firmes hacia su primo. El enojo le salía por todo el cuerpo.-Esta es la última vez que vuelves a hablar sobre temas de adultos en frente de mi niño.-

-Antonio, cálmate, mis intenciones no son malas-

-Mira Francisco, yo no sé eso. Yo no sé muchas cosas, pero si se algo y eso es que por mi hijo hago todo. Si su sueño es ser piloto de Fórmula 1, eso va a ser. No me importa cuantas noches no pueda dormir por trabajar, no me importa cuanto dinero tenga que gastar. Yo no puedo arruinarle su sueño.-

-Pero eso es todo lo que es, un sueño, no todos se cumplen.-

-Pues el suyo si. Ah! y otra cosa, te prohibo hablar sobre nuestra situación con Marilú, eso no es de su incumbencia ni su responsabilidad.-

-Estás demente, sabes? cuando ese muchacho crezca y no tenga ni con qué sostenerse y regrese a ti sin un centavo, vas a venir a llorarme pidiendo mi ayuda, y sabes qué? No verás ni un peso salir de mi cartera para ti.-

-Vete de mi casa- Antonio estiró la mano hacia afuera.

-Qué?-

-Te dije que te fueras de mi casa-

-Antonio, te vas a arrepentir de esto-

-No! Tu lo harás, el hecho de que tu no des ni un peso por los inútiles de tus hijos no quiere decir que yo haré lo mismo con los míos. No te dejaré sobajarlo ni humillarlo. Y sobre el dinero, jamás en mi vida te he pedido ayuda, qué te hace pensar que lo haré en un futuro. Lárgate de mi casa antes de que te corra a fregadazos.-

Francisco tomó sus cosas y se marchó hasta su carro, miró por un segundo a Antonio que se había regresado a la cochera y sin más, se marchó.











'Tis the damn seasonWhere stories live. Discover now