Emergencia

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Todo fue tan rápido, no pudo ver ni siquiera lo que había pasado. En un momento estaba discutiendo con la castaña por una tontería y al minuto siguiente la chica se encontraba desmayada en el suelo del pasillo, creyó que era una broma, pero comenzó a ver que su cara se tornaba de un rojo brillante y comenzaba a sudar. Se arrodillo ante ella al verla en ese estado, y se dio cuenta de que tenía una fiebre excesiva.

Como pudo la tomo entre sus brazos, y la levanto, sorprendentemente no pesaba nada, era tan ligera como una pluma corrió con ella hasta el ascensor y siguió por el pasillo hasta llegar a la habitación del profesor. Aizawa escucho en su habitación que alguien golpeaba frenéticamente y escucho el grito desesperado de Bakugo.

—Y ahora que demo...—Aizawa vio que la chica estaba desmayada sudando—¿Qué le hiciste?—Conocía a Bakugo y después de la demostración que dio en el festival deportivo creyó que se habían peleado por algo.

—No le hice nada, lo juro, estábamos hablando y de repente se desmayó. Tiene fiebre, mucha fiebre—Aizawa tomo a la chica en brazos y corrió con ella hasta la enfermería, seguido de Bakugo.

—No puedo hacer nada—Dijo Recovery Girl tomando el teléfono.

—Por qué no vie...señora—Aizawa vio la desesperación en el rostro de Bakugo, al llamar señora y no vieja o bruja como siempre llamaba a la ancianita.

—Es apendicitis, necesita una operación—Dijo Recovery Girl para después atender al llamado.

Aizawa le dijo a Bakugo que esperaban afuera, pero veía en el rostro desesperado de Bakugo que no se quería mover de lado de la chica.

—¿Qué ocurrió? Y quiero la verdad—Aizawa dijo con preocupación.

—Estábamos discutiendo, porque en el entrenamiento la llame tonta por no atacar bien, después del festival me pidió que la entrenara, hoy entrenamos y le dije tonta que era una pérdida de tiempo entrenar con ella. Y comenzamos a discutir, vi que su rostro se ponía de momentos rojo, y sudaba pero pensé que era por el entrenamiento, y por lo molesta que estaba, pero...no me di cuenta de que estaba sufriendo.

—¿Hizo alguna mueca mientras entrenaban? ¿Se quejaba de un malestar?

—Si, al principio vómito, pero es normal en ella, por su poder. Y dijo en varias ocasiones que le dolía el estómago, pero creyó que era por el mareo y el vómito. Hoy estuvo más torpe de lo común al atacar, por eso me moleste. No sabía que estaba enferma, se lo juro profesor, creí que estaba bien que solo era su poder.

Aizawa veía el verdadero arrepentimiento del chico, sabía que la había presionado de más, y que estaba muy preocupado porque no pudo entender las señales que le daba.

—Bien, iremos al hospital, si quieres y ahí esperaremos a que nos den respuesta—Vio como el rostro del chico se iluminaba, parecía que eso lo calmaría un poco.

Llego una ambulancia de emergencia llevándose a la chica mientras Bakugo y Aizawa iban en un coche que les había prestado la academia, preguntaron en recepción y se encontraba ya en cirugía. Aizawa llamo a los padres de la chica para informarles lo ocurrido y que tenían que ir a firmar algunos papeles por ser menor de edad. Bakugo estaba en la sala de espera sentado con las manos sobre el rostro recordando cada detalle del entrenamiento.

Si, Uraraka parecía cansada cuando llegaron al gimnasio.

Si, Uraraka vomito dos...no tres veces antes de empezar el entrenamiento.

Si, Uraraka dijo que le dolía el estómago, no el costado derecho.

Si, dijo que se sentía muy inflamada, como si la hubiesen llenado de aire.

Kacchakos One shortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora