Capítulo 1

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Uno

-¡Hey Evangeline! Fiesta. Hoy. A las 7. ¿Vamos? Es de un amigo, de todas formas irá gente del instituto- Dijo Sarah excesivamente emocionada.

-Pues tenía planeado salir... Pero está bien, iré contigo.

-Muy bien, paso por ti a las 7:00p.m.

Llegué del instituto y decidí reposar en mi cómoda y desordenada cama, mi mamá no estaba en casa así que tenía toda la libertad de escuchar música a todo volumen y ser feliz. Conecté mi celular a su respectivo cargador y comencé a leer rápidamente todos los mensajes acumulados. Luego decidí deshacerme del uniforme y darme un baño para comenzar a alistarme, eran aproximadamente las seis de la tarde y ya se acercaba el gran dilema universal. ¿Qué me pongo?

Después de una dura pelea con el closet, decidí usar un pantalón de talle alto, un Crop Top de color negro con puntos blancos, y una camisa roja amarrada a mi cintura. Me puse un poco de máscara de pestañas, y mi adorado labial rojo, que combina a la perfección con mi tez morena; acomodé mi cabello negro en una trenza de un lado y ya estaba lista para la fiesta. Decidí enviarle un mensaje a Sarah, mi mejor amiga, para indicarle que ya podía pasar por mí. Luego de unos minutos el auto de su mamá ya estaba afuera de mi casa, así que le avise a mi mamá por mensaje y me fui a la fiesta con Sarah.

Charlamos todo el camino hasta que llegamos. Era una casa grande y muy hermosa. A penas bajamos del auto, Sarah saludó a las personas que conocía y que se encontraban en la entrada de la casa, nos dirigimos hacia la parte trasera, estaba llena de gente, habían algunas caras conocidas del instituto pero sin duda nada interesante.

Sarah y yo estuvimos un rato analizando el contexto y bebiendo un cóctel que supuestamente tenía alcohol, pero la verdad nunca supe si tenía o no. Un par de chicos se acercaron hasta nosotras, logré reconocer sus rostros pero sólo de vista, eran del instituto.

-Hola, ¿Quieres bailar?-Preguntó uno de los chicos extendiendo su mano hacia la mía con una resplandeciente sonrisa pícara que me llamó la atención al momento. Le di una rápida mirada a Sarah y ella sólo me dio un gesto de aprobación, así que decidí ir a bailar con el desconocido.

A decir verdad, el chico bailaba muy bien. Acabada la canción tomó mi mano y caminamos lejos de la pista de baile, donde se encontraban Sarah y el otro chico; seguían siendo desconocidos para mi. Sarah me lanzó una sonrisa y siguió en su conversación con el otro chico.

-¿Cómo te llamas?-Le pregunté al chico con el que había bailado. No era atractivo, pero tenía algo que sin duda me llamaba la atención. Estaba vestido con una camisa de jean doblada en sus antebrazos, un pantalón un poco entallado y unos Vans.

-Dime Marcos -Dijo seguido de esa sonrisa encantada- ¿Y tú como te llamas?

-Evangeline.

-Bien, Evangeline.

La conversación duró algunos minutos, sólo hablábamos de temas comunes, volvimos a bailar unas cuantas veces y ya era un poco más de media noche. Habían algunas personas sentadas, otros besándose, algunos jugando cartas y otros "Ping Pong". Luego de caminar entre las personas logré divisar a Sarah, su baja estatura en este momento no era de mucha ayuda.

-¡Hey!¿Qué tal?

-Hey Sarah, pues estuvo bien, sólo bailamos y hablamos, nada más.

-Oh, bien. Yo conocí al chico, me dijo que eran amigos y son de un curso mayor al de nosotros-Me dijo Sarah no muy interesada en el asunto... Decidimos ir por otro de esos cócteles al bar, los chicos que acabábamos de conocer se habían perdido así que estábamos como al inicio.

No bebimos mucho, estuvimos charlando con algunos amigos. Sarah conocía a más personas que yo en esa fiesta, eso no se había visto en la historia de la humanidad.

Eran cerca de las 3:00.a.m y decidimos irnos a casa, esa noche dormiría en la casa de Sarah.

Estábamos caminando hacia la salida y el chico, Marcos, me tomó del brazo. Estaba él y su grupo de amigos que eran aproximadamente 5, no pensé que fueran tantos.

-¿A dónde vas?

-Ya debo irme a casa, es tarde...

-Oh, tienes razón. Fue en placer, buenas noches-Acto seguido dejó un beso en mi mejilla. Él era un poco extraño, al principio pensé que era una de esas personas frías y secas, pero por momentos parecía muy tierno.

***

-Shh, no hagas ruido-Me dijo Sarah cuando entramos a su casa. Subimos las escaleras y nos dirigimos hasta su habitación, nos cambiamos a la pijama para luego acomodarnos para dormir.

-Cuéntame del chico de hoy-Me dijo Sarah sentada en su cama y cepillando su hermoso cabello color miel.

-Se llama Marcos, tiene 16 años, no es muy atractivo pero tiene algo que me llama la atención, no logro entender qué...parece seco y engreído pero cariñoso a la vez, no lo sé.

-Mmm, interesante... Pues te digo que se viste muy bien.

-Sí eso lo noté desde que me invitó a bailar, también me hizo reír unas cuantas veces.

-Bien Evangeline, buenas noch...-Me dijo Sarah bostezando y dejando salir un último suspiro.

Pasó largo rato hasta que pude dormir, no dejaba de pensar en aquel chico, y en el efecto que había causado en mí. Normalmente no le daba importancia al resto del mundo, pero con este chico era diferente, él era diferente.

❤️
"Actitud es una pequeña cosa que hace una gran diferencia". Winston Churchill.

Déjame ser la únicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora