Quién.

23 3 1
                                    


Jamás escucharás estas palabras salir de mi boca, si quiera podrás leerlas, pero hoy vuelve a haber tormenta y me he acordado de ti.

Cada día disfrutas más con estos días grises y ruidosos, te recuerdan a ti, a tus sentimientos que cada vez son más turbios. Te hacen sentir comprendida.

Quizás estés en la cama, mirando por la ventana, tumbada de alguna manera que a mi me parecería muy incómoda.

O tal vez no vayas a estar así nunca más porque hayas decidido que la lluvia ya no es lo tuyo y que prefieres el sol.

Querrías sentirme junto a ti, eso lo sé seguro. Pero asumes que no puede ser así.

Lo das por imposible.

Yo tampoco pretendo cambiarlo.

Puede que hayas pintado tu piel, para evitar hacerte daño, o quizá tus muslos estén completamente arañados.

Apuesto a que tu cabello está enredado, de tanto acariciarlo. Tanto como tus ideas, esas que no dejas salir y te consumen.

Temes el día en que toda esa bomba de emociones explote, porque herirá a todos los que te rodean, que no son pocos por mucho que tú lo creas.

No soportas cómo la gente vive con la falsedad por delante, pero tú, querida, no te libras. Ellos son falsos entre ellos, tu te mientes a ti misma.

Que puedo decirte que tú no sepas.

Si yo no existo.

Y seguro que no lo haré.

Si yo sólo estoy aquí porque tú has decidido inventarme cómo excusa para seguir adelante.

Sigues empeñada en que me encontrarás.

Yo ya no lo tengo tan claro.

Así pues, tú tampoco.

Crs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora