CAP 9: buscando respuestas

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En ese momento sintió una punzada fuerte hecha con un objeto afilado, trago saliva y sonrió forzadamente.

_No quiero escuchar una sola queja ¿ok?-dijo el Argentino apretando los dientes y apretando con fuerza el cuchillo en su espalda -

El sueco solo asintió con miedo.
En ese momento la puerta se abrió
la mirada del águila se iluminó al ver quién estaba sentado frente suyo aquel hombre que lo habia cuidado y protegido desde que era solo un pequeño polluelo abandonado en un frío callejón. No perdió tiempo y corrió a abrazarlo

_¡¡¡GUSTAV!!!-grito con emoción-

El europeo sintió como su corazón se acelerado abruptamente al ver al pequeño polluelo ahora convertido en todo un halcón parado frente de él
en ese momento no le importó nada,ni el cuchillo que tenía apuntándolo, ni el loco que lo tenía amenazado, se paró y corrió a abrazarlo

_¡CAPITAN!-grito- ¡HIJO!-unas lágrimas se escaparon de su rostro y ambos quedaron fundidos en un abrazo -

Mientras tanto el turbante como la argentino miraban la escena, se dedicaron una mirada de asombro entre ellos, Gauchito por un momento se sintió como un estúpido al tratar de matar al único que conocía la ubicación exacta del libro y echarlo todo a perder pero el no sabía cómo era Gustav y nunca lo había visto en su vida.

_que bonito que padre e hijo se hallan reconciliado -sonrió-

Al sueco se le escapo una mirada de odio al oír esas palabras

_bueno que les parece si vamos a sentarnos a la mesa a comer y a platicar un rato -dijo el árabe mientras abría la puerta - vamos al comedor por favor

_si les preparé una comida exquisita y les juro que les va a encantar -dijo en tono amigable el latino -

_si vamos ¡ay! Gustav tengo tantas cosas que contarte -dijo con una sonrisa el plumífero -

_si yo también quiero que hablemos pero ¿no crees que deberíamos ir a un lugar más privado? -pregunto-

En realidad el solo quería irse de ahí con su "hijo" para contarle todo lo sucedido

_si te referís a una cafetería o un restaurante están todos cerrados a esta hora -acoto Gauchito -

_pero todavía es temprano¿Porque no hay ningún sitio abierto?

_dejame que te explico -sonrió- pero primero por qué no vamos al comedor

Acorralado contra la espada y la pared el europeo volvió a forzar una sonrisa y siguió al latino por el pasillo.
  El brillo de la pantalla marcaba el número 100 Zabivaka
desconecto el celular y lo prendió le costaba manipularlo ya que la pantalla estaba totalmente destruida pero aún así todavía servía busco entre sus llamadas y reviso el último número del cual lo había llamado

_a ver como termina 4678.....no puede ser -susurro en voz baja para si mismo -

Solo recordaba un número que terminaba así, sorprendido busco entre sus contactos y verifico a quien le pertenecía el número y una mezcla de rabia y enojo se adueñaron de el al ver quién era el propietario de aquel número.

_¡¡LE'EBB ERES UN.......

El turbante tomo una botella vino y la abrió sirvió un poco en tres copas y las coloco en una bandeja de plata le dió la primera a Gustav y la segunda fue para capitán a la tercera se la dio a Gauchito con una sonrisa y le guiño un ojo, luego se sentó al lado suyo
un silencio sepulcral invadía el ambiente ninguno de los cuatro se atrevía a cruzar palabra y el al ambiente era tan tenso que se podía cortar con un cuchillo. Pero deseoso por saber más de su invitado Gauchito comenzó a hablar y hacer preguntas

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