Katie

03

Querido diario
(o lo que sea que sea esto)

Creo que aún sigo atrapada aquí, no puedo evitarlo, no sé cómo escaparme.

Tengo tanto miedo, me siento tan impotente, quisiera cambiar, cambiar todo de mi, quisiera cambiar hasta mi genética porque siento que nada es distinto, no quiero hacer menos mi proceso, pero es que estoy harta, harta, harta, harta, harta, harta...

Harta de todo, de todos, de mí.

Quiero morir...

¿Quiero morir?

No.

Quiero vivir, pero...

No quiero que duela,
quiero entender mi cabeza,
quiero entender mi corazón,
quiero llorar tres horas,
dos días, un mes...

Tal vez olvidar todo un año, todo sería más fácil si pudiera encerrarme en un capullo y nacer como las mariposas.

Estoy harta, harta, harta, harta, harta de mí misma que quisiera gritar hasta desgarrar mi garganta y arrancar mi cabello.

Quiero caer y no oír nada, ni siquiera mis pensamientos que últimamente hacen mucho ruido, quiero que alguien me abracé y me sostenga como un bebé, pero es que la habitación está vacía y solo estoy yo con mis emociones complejas llorando en silencio.

Estoy harta e incluso sé que no hay otra palabra que pueda definir como me siento.

Quisiera destruir todo de mi,
romperlo,
ordenarlo,
me odio,
odio el concepto del amor propio,
odio fingir que no me cuesta levantarme,
odio el sol y que me haga feliz...

Porque odio saber que dependo de cosas pequeñas para encontrar la felicidad.

Me odio, me odio
y estoy harta de esto.

Odio llorar en silencio cuando los fantasmas de mi casa salen a dar una vuelta, siento sus miradas, sus palabras, clavadas en mí como agujas en un pajar, me están juzgando, se están burlando de mi y tienen razón.

Nada ha cambiado,
sigo igual que antes y odio eso,
odio tener que fingir que no quiero recaer de nuevo,

Estoy harta,

Harta, harta, harta, harta, harta, harta, harta, harta, harta, harta, harta, harta, harta, harta.
harta, de mí.