La esposa designada (EXTRACTO GRATUITO)

Capítulo 5 «Una chica muy lista»

Tres meses después, una muy elegante Sara se encaminaba a su primer día de trabajo. Nunca pensó que el hecho de tener buenos modales le garantizaría un puesto laboral en una de las empresas más famosas del país. Lennox Enterprise, era el sueño de todo recién graduado, y a pesar de que, no era el tipo de compañía para la que ella se hubiera postulado a principio, creyó que una multinacional como esta, tenía mucho potencial para hacer el bien.

Cuando se enteró por un compañero que había una vacante para ser asistente del CEO, ella inmediatamente aplicó. Pues, debido a su inexperiencia, no encontraría nada mejor, por ahora. Ya más adelante vería la manera de pasar a la división de Relaciones Internacionales, pensó.

Sara ingresó a la recepción de recursos humanos para reportarse para su entrevista. Fueron muy amables con ella, como si ya la conocieran. Ya que, ella les había enviado un currículo muy detallado por email. Sin embargo, igualmente trajo una copia en manos, por las dudas.

—Siéntese Sara, estamos impresionados con su currículo —comentó el hombre.

—¿De verdad? —espetó sorprendida.

—Sí, por supuesto. Tienes mucha experiencia en proyectos sociales, eso es un punto a su favor.

—Creí que el puesto era para ser asistente del CEO.

—Y lo es, pero aquí somos muy quisquillosos con las personas que serán contratadas. Además de la preparación académica, también nos interesa que los funcionarios estén en comunión con nuestras políticas sociales.

—Entiendo —respondió reflexiva.

—Tus profesores te han dado muy buenas referencias— espetó revisando su perfil en la computadora— Nuestro fundador también se graduó en esa universidad —le explicó.

—No tenía idea —dijo ella sorprendida.

—Sí, por eso siempre nos envían sus mejores talentos. Por eso confiamos en que tú serás una excelente asistente para el CEO.

—No estaba segura de que mi perfil fuese el más adecuado —explicó con total sinceridad.

—Tienes todos los conocimientos requeridos para esta labor. Además, eres una experta en relaciones internacionales, es un plus que le vendría muy bien al jefe, que siempre está viajando —le explicó.

—Me alegra escucharlo —replicó aliviada.

—Necesito que llenes este formulario. Mientras tanto haremos unas copias de tus documentos personales.

—De acuerdo.

Media hora más tarde, ya le habían dado una credencial, oficializando así su contratación.

—¿Cuándo debo empezar?

—Puedes hacerlo mañana, pero hoy debes ir a la oficina del jefe para presentarte.

—Lo entiendo, muchas gracias.

Sara subió por el ascensor hasta el vigésimo quinto piso. Se sentía feliz, pero a la vez ansiosa. En teoría, este sería su primer empleo como profesional. No quería fallar de ninguna manera.

—Buenos días —saludó a la recepcionista en la entrada.

—Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?

—He venido para ver al señor Lennox, soy su nueva asistente.

—Ah, por supuesto, me avisaron que subirías. Puedes pasar, el jefe vendrá en unos minutos, sigue en una reunión.

—De acuerdo, muchas gracias —dijo Sara e ingresó a su oficina.

La estancia era enorme y muy bien decorada. Además del escritorio, el CEO tenía una sala para recibir visitas y muchos libros en la estantería. Ella se sentó para aguardar a que llegara su nuevo jefe.