La lectora tiene una vibra de chicas malas pero también un punto débil muy grande por su amigo de la infancia, por quien tiene un flechazo.
@ thinkingotherwise on tumblr
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El timbre en tus oídos te hizo removerte y lentamente despertaste de tu sueño. Te giraste perezosamente hacia un lado y agarraste tu teléfono de la mesita de noche, la luz cegadora pero la miraste irritado porque alguien llamaría a esa hora.
"¿Qué?" Tu voz sonaba somnolienta y molesta.
"Sal de la cama, estoy en tu puerta."
Alejaste el teléfono y a medida que tu vista se acostumbraba a la luz notaste que era tu amigo de la infancia y amor platónico quien llamaba.
"Hayato, ¿por qué?" Te quejaste en el teléfono lentamente sentándote en la cama.
Su risa resonó en tus oídos y la idea de colgar y tirar el teléfono cruzó por tu mente.
"Prometiste llevarme a la escuela más temprano hoy, ¿lo olvidaste?"
El silencio de tu lado lo hizo reír de nuevo. Tú, mientras tanto, recordaste que sí, se lo prometiste justo el día anterior. ¿Por qué? Quizás porque harías cualquier cosa que él te pidiera en un abrir y cerrar de ojos. Incluso si eso significaba que tenías que despertarte una hora antes.
"10 minutos." Dijiste y colgaste rápidamente recogiendo tu uniforme escolar y vistiéndote.
En unos minutos, te vestiste y fuiste a abrir la puerta a tu amigo.
"Buenos días, (Y/N)." No estás seguro si la razón por la que tu corazón dio un salto al ver su sonrisa fue porque te desconcertó verla o estabas irritado por despertar más temprano de lo habitual y él parecía tan... alegre.
"No entiendo cómo puedes estar tan feliz por las mañanas."
Lo dejaste entrar mientras te dirigías al baño para tu rutina matutina.
"Siempre puedes acompañarme a hacer ejercicio por la mañana. Es muy refrescante y energizante", dijo y se dirigió a tu cocina.
"Sigue soñando, no hay manera de que me despierte más temprano de lo necesario", le llamaste desde el baño.
Mientras te preparabas, te uniste a él en la cocina viendo la comida que dejaron tus padres y el té preparado por Hayato.
"Tu té." Él empujó la taza hacia ti y tú bebiste de ella entre bocados de tu desayuno. Te observaba desde detrás de su taza y tú intentabas terminar rápidamente sintiendo la presión de su mirada. Se rió cuando casi te atragantas con la comida y te dijo que comieras más despacio.
Después del desayuno, tomaste tu mochila escolar y dos cascos. Te pusiste tu icónica chaqueta de cuero y con las llaves en la mano, saliste de tu casa hacia la moto que estaba frente al edificio. Él te siguió, robando su casco de tus manos y poniéndoselo.
"Vamos ya." Te subiste a la moto y te sentaste, moviéndote hacia adelante para hacer espacio para él.
Aseguraste el casco en tu cabeza, mientras Hayato se movía detrás de ti, presionando su pecho contra tu espalda. Puso sus brazos alrededor de tu cintura, sosteniéndote firmemente y tu corazón comenzó a latir más rápido. Él sonrió para sí mismo, sintiendo tu latido del corazón y lo rígida que te volviste solo porque lo tenías tan cerca. Siempre le gustó el efecto que tenía sobre ti y usaba momentos como ese para burlarse de ti.
Cuando llegaste a Furin, pudiste ver que muchos estudiantes ya se estaban reuniendo cerca de la entrada y entrando a la escuela. Te detuviste a unos metros antes de la puerta y observaste cómo Hayato se bajaba de la moto.
Tu llegada ciertamente atrajo las miradas de algunos estudiantes, haciendo que se detuvieran y te miraran.
Estar rodeada de estudiantes interesados en luchar y proteger a los demás te hacía, con tu estilo de chica mala y conduciendo una moto, como la novia soñada. Pero luego comenzaron los rumores de que eras toda dura y mala, pero alrededor de Suou te convertías en una persona diferente.
Con esa información, te pondrían inmediatamente en el papel de "parece que podría matarte pero en realidad es un panecillo dulce".
Después de quitarse el casco, Hayato tocó el tuyo señalándote que también te lo quitaras. Al hacerlo, te quedaste con un peinado desordenado y pusiste una mueca al ver que su cabello estaba perfectamente bien. "Pfft..." Él se rió entre dientes al notar tu maraña de cabello y tú lo miraste fijamente para hacerlo parar. "Lo siento, déjame ayudarte."
Hayato se acercó más a ti y sus manos se movieron hacia tu cabello, peinándolo y moviéndolo de la manera en que usualmente lucía tu peinado. Tus ojos se movieron para observar su rostro y lo viste concentrarse en su tarea. Te sentiste enrojecer por la cercanía y estar cara a cara con él y cuando sus dedos lentamente se detuvieron sobre tu cabello, los apartaste suavemente con un golpecito.
"¿Terminaste?" Tu voz era más baja y él te envió otra sonrisa.
"Sí, luciendo tan bonita como siempre." Él te dio una palmadita en la cabeza una vez y dio un paso atrás dejando un poco más de espacio entre ustedes dos. "Idiota."
Sus ojos brillaron ante tus palabras y decidió burlarse de ti solo una vez más antes de irse, así que se inclinó más hacia ti y dejó un rápido beso en tu mejilla
El nuevo tipo de contacto físico te dejó desconcertado y al segundo siguiente te pusiste rápidamente el casco para ocultar tu rostro rojo y avergonzado de todos los que estaban alrededor.
Era de alguna manera difícil de creer, pero los rumores parecían ser ciertos. Alguien que parece tan duro se vuelve suave con solo un simple toque. Pero los estudiantes reunidos también adivinaron que si alguien pudiera tener este tipo de toque mágico sería Suou y ciertamente te afectaría.
Al escuchar a algunos estudiantes reírse entre dientes, Hayato los calló con una mirada peligrosa, tal vez porque quería salvar la imagen que estabas tratando de proyectar, o tal vez solo porque no quería que vieran ese lado tuyo después de todo, te estaba tomando el pelo para su entretenimiento.
