Minho: ¡Bienvenido! -dije escuchando sonar las campanas que me avisaban que un cliente entraba. Era ella, ahí estaba. Tome una bocanada de aire que me permitió seguir en pie.
Su rostro era frio, no sonrió, solo me miro y creo que la vi suspirar.
Llevaba un abrigo café, una cartera negra y un peinado que dejaba ver su cara de forma completa.
Minho: Bienvenida soy Lee Minho -me incline por respeto, cuando llego a unos metros de mi.
En ese momento agradecí que no entraran mas clientes.
Sra Min: Soy la madre de Sun-hee -dijo sin sonreír. En realidad no se parecía a ella, solo en los ojos, Sun-hee tenia mucho de su papá, era igual a su padre sobre todo en la personalidad.
Minho: Mucho gusto -respondí- ¿Le gustaria un café? -pregunte rogando que diga que si, para asi ocuparme de algo mientras me calmo.
No solía tenerle miedo a nada, ni nadie, pero desde que conocí a Sun-hee las cosas habían cambiado un poco.
Sra Min: No, gracias -respondió firme.
Dejo su cartera en el mesón donde suelen comer los clientes mirando hacia la ventana, esta vez no había nadie mas ahí, solo ella y su fría mirada.
Minho: Bueno... -rompí el hielo.
Sra Min: Seré breve -solto firme.
Puse toda mi atención en ella.
Me senté para escuchar mirando en su dirección. ¿A que venia? no tenia un buen presentimiento pero mientras más rápido hablaba mejor para los nervios que tenia de punta.
Sra Min: Eres el Hijo de Lee Jung-sun ¿Verdad? eres idéntico a el -gesticulo aquello ultimo casi inaudiblemente observando mi rostro.
Minho: Si señora.. -exclame rápido, ¿Acaso ella conocía a mi padre?.
Sra Min: Eres su viva imagen, estoy segura que eres igual a el y que la harás sufrir igual como el.
Minho: Mi padre... -no me dejo hablar, queria explicar muchas cosas pero a la vez no entendía nada.
Sra Min: Quiero que te alejes de mi hija -dijo mirando sus manos, su ceño fruncido y su expresión no era nada buena.
Minho: ¿Usted conoció a mi padre? -se que me había dicho que me alejara de Sun-hee y tenia que convencerla de que la queria realmente, que no estaba jugando, me dolía, pero necesitaba saber el POR QUE de todo.
Sus ojos fríos se clavaron en mi.
Tenia el mismo color que los de ella y las pestañas grandes.
Pero su mirada era completamente diferente.
Sra Min: Fue mi novio cuando era joven, nos íbamos a casar hasta que me dejo por Kim Hana...
Minho: Hana -no la deje terminar, había nombrado a mi madre.
¿Que estaba pasando aquí? ¿Por que ella tenia que ver con el pasado de mi padre? ¿Por que tenia que ser la madre de Sun-hee?.
Sra Min: ¿Cuanto quieres por alejarte de mi hija? -quede sin aire. Sus mejillas se habían puestos coloradas, supongo que de rabia, impotencia, no me imaginaba otra cosa.
Mi corazón se estrujo, sentí como el dolor comenzó a acumularse en mi garganta, me costaba tragar saliva.
Minho: Señora yo a su hija la ...
Sra Min: Traje un sobre con dinero suficiente para que te alejes de ella -saco de su cartera un sobre blanco ya preparado, un tanto grueso para después ponerlo sobre el mesón.
Minho: No aceptare su dinero ni nada por el estilo -articule tratando de ser educado.
Pensé que esto no pasaba en la vida real, pero era doloroso vivirlo.
Sra Min: Ella estaba bien con Seungmin, déjala que realmente sea feliz, el tiene mucho para poder hacerla feliz y tiene para ofrecerle mas que solo amor.
Minho: Pero yo a su hija la amo y sabes que...
Sra Min: De amor no se vive muchacho ¡Aléjate de Sun-hee!, Mira se que eres inteligente y sabrás que hacer.
Me dolía, mis ojos ya no la veían producto a que las lagrimas me habían nublado la visión sin que me diera cuenta.
Se puso de pie, tomo su cartera y añadió.
Sra Min: ¡Agradéceselo a tu padre! -solto y se marcho.
¿Mi padre? mis padres eran lo más bueno sobre la tierra ¿Por que hablaba asi de ellos? ¿Por que ensuciaba su memoria asi? ¿Sun-hee? Lo único que me hacia feliz era ella, la que le daba color a mi vida.
Al parecer nací para que mi vida fuera en blanco y negro, nací para perder todo lo que amo, nací para ser un ser inútil.
Quería llorar, necesitaba llorar pero en ese momento llego mucho a la que tuve que atender.
