"El día en que Agustín Melgren manifestó su sello, la guerra por el Reino de Navarra cambió para siempre."
LA HISTORIA INÉDITA DE NAVARRA, DEL CORONEL LEWIS MARKHAM
Aún recuerdo a Brennan Sorrengail. Era el jinete más fuerte que he visto. Cuando lo vi volar con Marbn, casi dejé de respirar; el corazón casi se me detuvo mientras la mezcla de miedo y anhelo se apoderaba de mí.
Podía verlo en sus ojos Brennan disfrutaba de volar en el aire, se veía libre con esa mirada tan soñadora que ponían esos ojos ámbar iguales a los de Mira, cuando Mira sonreía, casi podía ver la estúpida sonrisa presumida que Brennan hacia cuando me pillaba mirándolo, cuando Mira sonreía. Podía ver el fantasma de Brennan en esa sonrisa.
Mi corazón se hizo pedazos cuando me enteré de la muerte de Brennan Sorrengail, de mi Brennan, el mejor jinete de dragones que pude haber visto en mi vida. Ser hija del general Agustín Melgren era un dolor de cabeza, pero no tanto como ser entrenada por Lilith Sorrengail.
Mi padre era despiadado; nuestra familia estaba dividida desde que nací. No soy una Melgren principal, pero a ojos de los demás solo soy una futura jinete con cuchara de oro en la boca que ha tenido todo desde que nació.
La lealtad a Navarra estaba tatuada en mi piel desde que era niña por enseñanza de mi padre. Para agradecerle, debía convertirme en una jinete ejemplar, pero no era tratada de la misma manera que mis hermanos, solo por ser hija de una amante.
El general Melgren me había traído a la casa Melgren como una hija ilegítima que reconoció solo por el potencial que él vio, o eso dice mi madre.
El general Melgren había engendrado numerosos hijos con la esperanza de que alguno de nosotros heredara su sello y lugar de mando en el futuro.
Él quería forjar una estirpe de jinetes, más helados que la sangre de dragón en el campo de batalla. Melgren no dudaba en sacrificar batallones enteros de infantería; lo mismo hacía con nosotros, no vacilaba en moldearnos a su imagen y semejanza, éramos solo arcilla moldeable en sus manos para conseguir su objetivo.
"En el pasado, todos podían ver el contraste entre el carácter de mi padre y el mío, eso era antes de que decidiera fingir ser como él. Antes, todos me señalaban como la Melgren más débil. Estar futuramente atada a Basgiath sin siquiera querer ser jinete o ser reconocida por Lilith Sorrengail como "una prometedora jinete", era aterrador".
—¿Aún no estás lista, Mela?.—dijo Asteria con ese tono maternal que siempre agradecía.
La voz de Asteria me sacó de mis pensamientos. La rubia de metro ochenta tenía los ojos grises más fríos que había visto en mi vida, sin contar los de mi padre. Observé la daga que tenía en la mano, una bonita daga de plata con un grabado en ella; parecía ser una runa tallada que se burlaba de mi situación.
Podía ver la piedra esmeralda sobresalir en el medio del mango adornado con ligeras borlas de seda atadas al final del mismo.
La daga era decorativa más que funcional; no había peligro para la otra parte en una pelea. No obstante, esa daga simbólica podría ser mi muerte en él parapeto.
—Dentro de poco tus hermanos estarán aquí para despedirte. Soy yo quien va a acompañarte hasta la torre del cuadrante de los jinetes, te daré ánimos antes de que cruces el parapeto.—dijo Asteria.
—¿Estás segura de que quieres hacer la prueba para Basgiath este año?.—Asteria guardó silencio por un segundo antes de comentar.
—Puedes hacer la prueba para Basgiath, el próximo año.—Dijo mirándome a los ojos con algo de miedo, intento hacerme cambiar de opinión con esa mirada.

ESTÁS LEYENDO
𝙁𝙧𝙚𝙚𝙙𝙤𝙢.⸻Xaden Riorson.
ФанфикUn dragón sin su jinete es una tragedia. Un jinete sin su dragón está muerto. ⸻Artículo uno, sección uno del Código de jinetes de dragones. Ese artículo del código de jintes era algo que tenía claro desde que me presenté en el parapeto, la prueba do...