1. Para vivir feliz...

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- ¿Héloïse? Me escuchas... No porque es para ti y desde hace un cuarto de hora que te comento lo que Dimitri piensa y tu, pareces... ¿Héloïse?        

Una mano sobre mi hombro me sacude con vigor para sacarme de mi ensueño. Charles me mira con insistencia, molesto por mi falta flagrante de interés, pero cuando hundo mis ojos en los suyos para hacerle comprender que no es lo que él me cuenta lo que turba mi concentración, él se calla, reflexiona algunos segundos y sigue. 

- Eres tú quien quería que te encontrara un abogado. Pero tengo la impresión de que es otra cosa lo que tu esperas de mi. Entonces, antes de volver al contrato de Macjals, te autorizo a hacerme tres preguntas. Te diré la verdad, desnuda, pero no entraré en los detalles. No volveremos a hablar después de lo que pasó esa noche, prométemelo y volveremos a hablar detalladamente del regreso de Dimitri sobre tu contrato de edición. 

- Prometido. 

- Entonces empieza. 

Paso mis dedos sobre la mesa de granja hecha en cerezo, mi mueble preferido de la biblioteca. Miro mis pies y busco mis palabras. Es necesario que sea astuta y que obtenga el máximo de información de parte de Charles. Ya había tratado de obtenerla de Magda, pero ella rehúye el tema, no he visto a Gabriel desde esa noche catastrófica en dónde confinada en la cocina, escuché a Edgar y Rebeca proponer esta odiosa idea a un Gabriel indefenso, no pude ayudar a Gabriel, quien desapareció desde ese momento ya que no está ni en la casa, ni en el hangar cerca del puerto. Habrá huido frente a esta elección imposible, Edgar debe además estar realmente agitado, no parece ser un hombre acostumbrado a los rechazos. Pero Gabriel, de eso estoy segura, no pudo decidirse a regresar con Rebecca, aunque ella pudiese ser la niña de sus ojos, no es un hombre que ceda ante los chantajes.Encontré mi primera pregunta para Charles: 

- ¿Dónde está Gabriel? 

- ¡No lo sé! ¿Segunda pregunta? 

- ¿Qué?, «no lo sé», ¿es todo? ¿desapareció y ni siquiera estas un poco asustado? 

- Yo no hablé de desaparición Héloïse, yo sólo dije de forma inmediata que no sabía donde está.

Charles es astuto y acabo de usar mi primer cartucho. Tengo la impresión de que me enfrento a un genio, froté la lámpara, tengo el derecho a tres deseos, ni uno más. Necesito ser más agresiva. 

- ¿Qué pasó después... ya sabes después de la conversación entre Gabriel, Rebecca y Edgar? 

- Rebecca se fue dos días a un lugar sin distracciones para darle tiempo a Gabriel de reflexionar, él se instaló en el ala izquierda para intentar convencer a su padre de que ese trato era imposible. 

¡Yo lo sabía! Yo sabía que Gabriel no podía negar lo que pasaba entre nosotros, solo porque su padre se lo hubiese ordenado. Mi Gabriel es un hombre recto y leal. Rebecca fue demasiado lejos ocultando su rompimiento con un rapto, él no iba a borrar sus cuentas pendientes... 

- Interrumpo de nuevo tus pensamientos, pero me parece que aún te queda una pregunta querida. 

- Si. Pero ya respondiste a una parte. Bueno, entonces, ¿cuándo va reaparecer Gabriel mágicamente en mi recámara y cuándo podremos al fin estar juntos? 

- Nunca. 

Una sola palabra puede alterar el equilibrio tranquilo de un espíritu, Y mientras yo estaba en el camino del sosiego, Charles me golpea violentamente con ese veredicto inapelable, «Nunca». Me quedo petrificada y mi amigo que no desea verme sufrir me toma entre sus brazos. 

- Oh, mi bella Héllo, lo siento mucho, no sabía cómo decírtelo, no sabía por donde empezar. 

- No entiendo, ¿porqué me dices eso? 

Muerdeme Vol.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora