Por Qué Los ML Me Quieren Comer?! Mashharem Bl

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Al día siguiente el pelinegro se levantó no con muchas ganas de vivir la verdad pero era eso o ser un fracasado.

Además tenía que encontrar una forma de salir de la institución sin levantar sospechas, para la gente como él sin magia existían las piedras mágicas, había de todo tipo, de agua, fuego, tierra, hielo y muchas más, tenía que salir para conseguirlas ya que sólo con su fuerza no sería capaz de nada, por lo menos no el Mash antiguo.

Ya luego encontraría una forma de usar su fuerza como arma y también como mierda se usan las piedras Maná.

Mientras se escabullia hacia el patio de la Academia e iba hacia la entrada trasera de la institución, se encontró con una sorpresa bastante agradable.

-Oh! Mash! Que bueno verte, No deberias estar en clase de equitación? - Le preguntó Lemon con una sonrisa, estaba vestida de civil así que suponía que también se escaparía por un rato.

-Sí, pero eso nadie tiene que saberlo, no? Después de todo vamos por el mismo camino. -

-Jeje, tienes razón! Que te parece si salimos juntos? Me encantaria pasar un día como civil contigo. -

Tal vez pensaran que está loco por lo que va a decir pero entiendanlo, esta hablando con su personaje favorito y eso lo hace medio (muy) tonto.

-Claro! Me encantaria.- Luego de decir eso recordó la razón por la que salía y su cara hizo una mueca involuntaria.

Podría confiar en Lemon para decirle la verdad?

En la novela Lemon no se enteró hasta después de la muerte de su amigo que este mismo no podía usar magia, pero estaba tan destrozada que no se tomó el tiempo para pensar en eso.

Y poco después ocurrió su decapitación, concluyendo la historia con que la mosquita muerta de Mary Irvine se ganó cuatro muslos dorados sin siquiera intentarlo.

Sí, confiaría en ella, no como el dueño del cuerpo original.

-Lemon, puedo confiar en ti para que guardes un gran secreto? -

-Pero, por supuesto, somos amigos, no? - Le dijo con una sonrisa sincera, en su mente solo podía pensar "me lo dirá tan rápido?".

- Yo...No puedo usar magia.- Soltó derrepente.

Lemon al instante sonrió con ternura y lo abrazó.

-Me alegro que en esta vida hayas confiado en mi lo suficiente como para contarmelo. - Lágrimas bañaban sus mejillas debido a la felicidad.

-Eh? -

-Yo también reencarne, Mash. -