Unbroken

Problemas

La idea de que Damon esté en camino me llena de una mezcla de alivio y temor. Sé que él es la única persona que puede ayudar a Tyler, pero también temo por su reacción, cuando sepa que Mysticall Falls, vuelve a levantar sospechas.

–¡Ya está aquí! – dije levantando la cabeza – Y no, no voy a irme.

–¡Mira que eres cabezota! – me miro negando con la cabeza.

Sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal. La amenaza de los cazadores se extiende ahora a todos los vampiros y hombres lobos de Mystic Falls.

–No puedo quedarme aquí sin hacer nada. Debo contárselo a Alaric – supliqué

–No, Caroline. Alaric no puede saberlo. No lo entendería. – me miro – El anillo, no va salvarlo siempre.

–¡Es mi amigo! ¡Tiene derecho a saber lo que está pasando! – le toque el brazo – El correrá peligro también...

–¡Y yo también soy tu amigo! ¿No confías en mí? – grito.

Dude. Por un lado, siento la necesidad de proteger a Alaric, a los demás vampiros. Por otro lado, no quiero traicionar a Tyler, la única persona que me ha ayudado cuando Matt, lo de Bonnie...

–No sé qué hacer, Tyler.

–Confía en mí, Caroline. Yo me encargaré de todo.

Lo miré a los ojos, buscando una señal de seguridad que no termine de encontrar. Suspiré y asentí con la cabeza.

–Está bien. Pero ten cuidado, Tyler.

– Lo haré.

Damon aparece al lado mío con su habitual arrogancia. Su presencia siempre me impone respeto y temor a partes iguales. No logro nunca pillarle el tranquillo.

– ¿Qué ha pasado aquí, Tyler? ¿Y que haces tú aquí? – me miro con sus ojos azules.

–Hola a ti también – le levante el dedo – Un placer verte.

–Los cazadores me encontraron. Me estaban persiguiendo, así que... – miro a Daemon ignorando nuestros saludos.

–¿Así que los mataste? – miro a los cuerpos.

–Sí. No tenía otra opción. – encogió los hombros.

Damon observa el lugar del crimen con detenimiento, analizando cada detalle.

– Bien hecho, Tyler. Has demostrado ser un lobo digno de mi respeto.

Tyler se lleva las manos al pelo y se sienta en la escalera junto a mí.

–¿Eso es todo? – digo levantando las manos –¿Enserio? ¡Estamos en problemas si hay cazadores!

–Pero ahora tenemos un problema – me mira con los ojos entrecerrados –Los cazadores no se van a quedar de brazos cruzados. Vendrán a por nosotros, y no se detendrán hasta que estemos muertos. ¡Todos!

–¿Qué hacemos entonces? – Tyler estaba poniéndose nervioso.

–Tenemos que encontrarlos antes de que ellos nos encuentren. Y cuando los encontremos, los eliminaremos. – cruzo Daemon los brazos.