Fabricante de lagrimas
Héctor fort era mi fabricante de lágrimas me di cuenta tarde pero es cierto porque por más que me hiciera llorar, me hiciera romperme en mil pedazos, yo no podía odiarlo porque siempre traté de entenderle una y mil veces lo hiciera yo jamás dejaría de amarlo porque fue el causante de muchas risas y quien sostuvo mi mano cuando estaba sola.La brisa fría del invierno acariciaba mi piel, me senté en las gradas del campo en el que Héctor entrenaba, una y otra vez me preguntaba que hacía aquí, porque accedí a verle y a hablar con el después de tanto tiempo sin cruzar palabra. Pero no lo podía evitar seguía enamorada de él tal vez aunque me engañara a mi misma una y otra vez mi corazón pertenecía a él era suya completamente suya.
Después de su entrenamiento Héctor vino a la grada donde me encontraba se sentó a mi lado y nos miramos, el silencio reinaba entre los dos ninguno decía nada solo habían miradas.
- porque me has pedido que venga - dije acabando con aquel silencio -
- necesitaba verte y hablar contigo - dijo Héctor - llevo mucho tiempo pensando en nosotros dos en todo lo que pasó - añadió mirándome -
- de eso quieres hablar de nosotros - dije mirándole algo confusa, el asintió -
- no supe valorarte era muy inmaduro y no sabía cómo tratarte - dijo Héctor -
- Es valiente por tu parte que admitas que hicistes las cosas mal - dije mirándole -
- lo sé - dijo y se quedó en silencio por unos segundos - lo siento por todo lo que te hice no me di cuenta de la mujer que tenía a mi lado hasta que te perdí - añadió cogiendo mis manos - y mi orgullo me comió por mucho tiempo quería escribirte y decirte todo lo que de verdad siento por ti pero no sabía cómo hacerlo mi orgullo era más fuerte - añadió -
- Héctor fort perdiendo su orgullo - dije acariciando su mano - perdiendo su orgullo por mi - añadí -
- poco creíble pero cierto - dijo mirándome a los ojos - quiero que lo volvamos a intentar pero esta vez quiero que hagamos las cosas bien - añadió acariciando mi mejilla - sin rayadas, sin mentiras, sin tonterías como las de antes - dijo parecía tan sincero pero tenía tanto miedo -
- gánatelo Fort demuéstrame que ya no eres el de antes gánate el volver a estar conmigo - dije levantándome para irme -
Héctor se levantó rápidamente agarrándome de la cintura y pegándome a su cuerpo, nuestros ojos estaban en plena conexión, esa conexión seguía siendo la misma hayan pasado los meses q hayan pasado.
- haré lo que haga falta - dijo soltando mi cuerpo lentamente -
Me separé de él lentamente deseaba poder besarle pero no era lo más correcto desde mi punto de vista tenía que demostrarle que estaba siendo algo fría ante el que el volver a estar conmigo no se lo va a ganar tan fácilmente.
- debo irme - dije sin quitarle mi mirada de encima -
- te acompaño solo déjame coger mis cosas del vestuario y te acerco a tu casa con el coche - dijo Héctor -
- no hace falta puedo decirle a mi padre q se acerque a por mí o pedirme un Uber - dije -
- no acepto un no por respuesta déjame llevarte a casa - dijo Héctor -
- está bien - dije, acompañe a Héctor a los vestuarios me quedé afuera esperándole a que saliera no tardo ni cinco minutos en salir con sus cosas -
Los dos fuimos al aparcamiento donde se encontraba su coche, me monté y este prendió el motor.
- puedo poner música - le pregunté -
- desde siempre sabes la respuesta pon la música que quieras - dijo Héctor -
Coloque mi playlist tenia un mix de cantantes, trap, reggaeton antiguo y actual, bachata. Todo el mundo decía que era una playlist bastante buena.
El camino hacia mi casa fue algo silencioso por parte de ambos era un silencio que sinceramente no incomodaba, yo me encontraba muy tranquila al tener la presencia de Héctor cerca mío.
Al llegar Héctor estacionó enfrente de mi casa me desabroche el cinturón y me coloque el blazer ya que me lo había quitado nada más entrar al coche por que Héctor había puesto la calefacción.
- gracias por traerme a casa - dije mirándole -
- de nada - dijo sonriéndome - buenas noches descansa - añadió -
- buenas noches a ti tmb descansa - dije sonriéndole -
Al intentar salir del coche Héctor me agarró del brazo delicadamente para pegar sus labios junto a los míos me quedé por unos segundos paralizada sin saber qué hacer hasta que reaccione separándome de él.
- lo siento pero no me pude resistir - dijo Héctor algo apenado - creo que la he cagado - añadió, yo le miré por unos segundos -
A la mierda todo me dije a mí misma me acerqué a él y volví a juntar nuestros labios, abri mi boca para dejarle paso a su lengua coloque mi mano en su nuca y la acaricie su debilidad, Héctor bajo su mano hacia mi culo dándole un pequeño apretón, en ese beso se demostraba lo mucho que nos podíamos echar de menos ambos y lo mucho que nos necesitábamos el uno al otro.