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"Entre los cedros"

En este mundo aquellos que fuimos rechazados al nacer acabamos siéndo rechazados toda nuestra vida o al menos eso creí durante gran parte de mi vida.
Cuando era solo una bebe mi creadora decidió que no era apta para cuidar de mi y opto por dejarme en la puerta de una gran mansión ya que posiblemente en su pequeña y traumatizada mente está creyó que al hacer esto me estaba haciendo un favor, que veneficiaria mi futura vida y que podría crecer teniendo todo lo que carecería con ella y en parte tuvo razón.

La familia Dubois, dueños de una importante riqueza, magnates de la miel y el vino fueron lo que me dieron un hogar e impidieron que acabará siendo una solitaria huérfana o más bien su hijo mayor y heredero de su fortuna Skylar Dubois fue quien me encontró aquella tarde lluviosa frente al gran portón de metal negro y me llevó frente a sus padres el monarca de la familia Andrew Dubois y su bella esposa Adrea Solume de Dubois quienes sin pensarlo demasiado me incluyeron en su ya extensa familia.

Han pasado 22 años desde aquel día y todo este tiempo e sido criada como uno más de sus hijos, de sus cinco hijos. Me han brindado comodidades, educación, amor y sobre todo una familia, ante mi corazón soy una Debois, cuento con su apellido y tanto mis padres y hermanos no me dan tiempo de creer que esto sea de otra manera o almenos así fue hasta ahora.

En mi fiesta de cumpleaños número 17 y apoco menos de 6 meses de entrar a la universidad mis padres decidieron realizar una fiesta de cumpleaños mucho más grande que de costumbre, aun la recuerdo muy bien.
Había flores rojas por todos lados y muchas personas elegantes, incluyendo mis compañeros de clases pero ese día no era solo mi cumpleaños si no tambien el de mi hermano mayor Skylar, a quien llevaba más de dos años sin ver ya que como heredero mayoritario de la empresa familiar este había tenido que irse al extranjero a cumplir con su puesto. Skylar es seis años mayor que yo, en aquel entonces tenía 23 y nunca fuimos muy cercanos del todo a pesar de que fue el quien rogó por mi adopción. Ese día después de dos años sin vernos, sorpresivamente llegó a casa y mi fiesta pasó a ser la nuestra.

Todos los ojos estaban puestos sobre su exageradamente atractivo rostro y eso en aquel entonces me había enfurecido bastante pero algo más paso aquella noche algo que aún  hoy intento olvidar con todas mis fuerzas.

Esa noche durante la fiesta me encontré con Skylar en el invernadero de la casa, esto sin siquiera quererlo ya que solamente quería tomar algo de aire y descansar de todo el bullicio de la fiesta.
Skylar y yo siempre fuimos muy similares, desde niña siempre le tuve un aprecio muy especial, para mi no era mi hermano, era mi ejemplo a seguir quería ser como el, el era bueno en todo lo que hacía y sabía que decir y que hacer en cada momento así que sin notarlo comencé a imitarlo a intentar ser como el así que lo conocía bastante bien. Frío pero cálido, amante de las películas viejas y de los libros, ese era Skylar, un alma vieja atrapada en esta sociedad ordinaria y corrompida por la tecnología.

Esa noche en el invernadero hablamos durante un rato bastante largo, al principio fueron cosas sin sentido como solíamos hacerlo de niños, pero sin entender el porqué o cómo llegamos a esa situación de un momento a otro el mayor se arodillo frente a mí y me extendio un pequeño anillo con un diamante amarillo incrustado en el. Esa noche Skylar Debois, a quien concideraba  mi hermano mayor, mi ejemplo a seguir, mi salvador y en contemplación de las rosas más bellas que jamás haya visto...me pidió matrimonio.

Cinco años han pasado desde esa noche, evidentemente no me case así como tampoco supe la razón de su acto, aunque tampoco lo e vuelto a ver desde ese día ya que justo después de la fiesta el se volvió a marchar y poco despues de la fiesta de cumpleaños acabe mudandome a Francia en donde hasta la actualidad e vivido, pero el límite de tiempo que mis padres me habían dado estaba acabando y pronto debería volver a casa y eso significaba una sola cosa

Volver a ver a Skylar.

Entre el pasado y el presente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora