Seventeen's Deal (JiHoon Harem)

14 - Joshua Hyung

JiHoon pasó una noche extraña, había tenido sueños poco apropiados con Vernon y con Chan, y después había soñado con Cheol, se besaban.

Se levantó de la cama dispuesto a olvidar los sueños antes de volverse loco, se duchó y se puso elegante, pantalones arreglados y camisa, Joshua le había avisado de que la cita sería medio formal.

JiHoon nunca solía llevar perfume, le gustaba su olor natural, pero decidió que para una ocasión como esta, un par de gotitas estaría bien.

Cuando salió al salón todo Seventeen estaba sentado en los sofás mirando con recelo a Joshua, que lo esperaba en la puerta con un ramo de flores, se le pintaron de rojo las mejillas, por el ramo, porque tenían público y porque no dejaban de mirarlo.

- ¿No tenéis nada mejor que hacer? -

- No - respondieron los once a la vez.

JiHoon se acercó a Joshua y cogió el ramo, ya era la segunda vez que le regalaban flores esa semana, le encantaban.

- Gracias Hyung, me encantan, las pondré en un jarrón - corrió a la cocina y llevó el ramo a su cuarto, no se iba a arriesgar a que nadie tocase su ramo - ¿Nos vamos?

- Por supuesto, SeungCheol Hyung, me llevo tu coche - SeungCheol se precipitó a negarse pero la pareja ya había cerrado la puerta.

- Maldito guiri -

- ¿A donde vamos Hyung? -

- Es una sorpresa JiHoonie, pero te va a gustar - se dedicó a charlar con el menor durante el trayecto en coche despreocupadamente, puede que se hubiese declarado y que ahora su relación sea algo distinta, pero no quería hacerlo incómodo.

Cuando llegaron al centro de Seúl, dejó el coche delante del teatro y ayudó a JiHoon a bajar, le dejó las llaves al aparcacoches y sacó de su bolsillo las entradas.

- Hyung, esto no será... -

- Vamos a ver el Lago de los cisnes -

JiHoon nunca lo diría en voz alta pero le encantaba el ballet, y el Lago de los Cisnes era una de sus piezas musicales favoritas, sintió el impulso de correr hacia el teatro y le costó no hacerlo.

Joshua lo conocía muy bien, se giró y le dejó un beso en la mejilla.

- Me encanta Hyung, ¿cómo lo ha sabido? -

- Tengo mis métodos JiHoonie, es el arte de escuchar y callar -

Tiró del mayor hacia dentro como si de un niño pequeño se tratase mientras este reía, amaba a JiHoon, y amaba aún más que disfrutase con algo que había preparado él.

Las dos horas siguientes fueron en silencio, pero JiHoon nunca soltó la mano de Joshua y este entrelazó sus dedos, no iba a desperdiciar ningún movimiento, eso lo tenía claro.

Hacia el final de la obra se dio cuenta de que JiHoon estaba llorando, Joshua pensó que nunca había visto al menor llorar desde el debut, lo atrajo a su pecho y se quedaron en esa posición hasta que se terminó la obra, JiHoon se levantó de un salto a aplaudir y el mayor aprovechó para admirar la ropa que llevaba el menor.

Saliendo del teatro, el americano nunca había visto al compositor hablar tanto.

- Es tan trágico, me encanta, y la melodía del final, ¿sabes que está compuesta en seis por ocho y no en cuatro por cuatro? -

- ¿De verdad? Qué inusual - Joshua se había dado cuenta de estas cosas, pero prefería que JiHoon se las explicase. 

Se subieron al coche y miró el reloj, las 12.50, había reservado en un restaurante a las afueras de Seúl a las 14.00, así que llegarían a tiempo de sobra.