28 (2nd S) ➶Heroína➴

1.1K 120 24
                                    

-No soy tu madre, pequeña impostora. -dijo Regina, y se acercó con cautela a los fragmentos de la caja de Pandora que había en la alfombra, frente de ella- ¿Que han hecho? ¿En dónde están los demonios que se hallaban dentro?

-Nada vendrá -lloró la chica, sus lágrimas cayendo sobre las mejillas de Peter Pan, quien estaba inconsciente y respirando con dificultad en su regazo- Los matamos a todos... ¡Por favor! ¡Por favor ayúdame! Está muy pálido. Está... No soy una desconocida. Soy...

-¡No te atrevas a decir que eres mi hija!

Cheshire estaba teniendo un ataque de pánico. No podía perderlo de nuevo. No podía, no podía, no podía.
-Por favor. Por cinco años creí que lo era. Bebí esa poción para olvidar. Creí que era tu hija hasta que la maldición fue rota. Te quise como una hija. Incluso antes de quererte, hice que tuvieras una buena vida. Te di un final felíz, aún cuando todos sabían que eras una villana.

-¿Un final felíz? -escupio Regina con cinismo- Jamás te perdonaré por evitar que estuviera con mi hijo mientras crecía. Por haber tomado su lugar.

-¡Y él tomó el mío! ¡Mierda! ¿Trataron a Henry como a un gato callejero al que nadie quería? ¡Pues solo le dieron el trato que me habrían dado a mi estando en su lugar! ¡Nadie los obligó a ser unos imbéciles! ¡Toda mi vida se me ha tratado como si fuera un pedazo de mierda! ¡Henry solo tuvo que ser tratado así por cinco años!

-¡No me hables así, jovencita!

Cheshire la ignoró y agitó el pecho de Peter Pan para que despertara.
-Peter... Peter, quédate conmigo...

El villano abrió ligeramente los párpados, perlados de sudor, y esbozó una sonrisa irónica.

-No me iré a ninguna parte, gato. Puedes seguir discutiendo con la reina malvada todo lo que quieras.

Al menos conservaba su sentido del humor.

-Y tu deberías guardar silencio, Peter Pan -declaro Regina con dureza-. Lo único que conseguirás con tus bromas será morirte más rápido.

-¡No! ¡No lo hará! -jadeó Cheshire, aterrada- Por favor... Sé que me odian. Sé que lo merezco. Sé que no tienes por qué ayudarme... Pero si haces esto por mi, te dejaré cobrar venganza sin levantar un solo dedo para defenderme. Les dejaré hacer lo que sea que quieran hacer conmigo, aún si lo que quieren es cortarme la cabeza... Por favor... Salvalo. No dejes que muera... Por favor... Es mi amor verdadero... Es la única persona que me ha amado sin que tenga que haber una maldición de por medio.

Regina dudó. Sus instintos le gritaban que ayudar al gato de Cheshire a salvar la vida de Peter Pan sería el peor error que podría cometer. Pero su corazón no podía evitar recordarse a si misma a su edad, cuando lo perdió todo por culpa de Blancanieves. Ella habría dado cualquier cosa también por poder salvar al amor de su vida en aquel entonces. Además, y aunque iba en contra de todos sus principios, la quería. La entendía. Habían pasado cinco años viviendo bajo el mismo techo, viendo películas juntas en la sala, comiendo pay de manzana, contándose sus secretos, jugando con los gemelos y celebrando cumpleaños. Era cierto que Cheshire, aún siendo una impostora, la había hecho la madre más feliz del mundo durante mucho tiempo. Henry siempre había preferido a Emma, pero Cheshire... Cheshire la quería a ella.

-Aún si lo salvo, no tendrán un final felíz estando juntos. Lo sabes ¿No es cierto? Los villanos nunca lo tenemos. Y ustedes son los peores villanos que he conocido.

-Por favor...

Regina soltó un suspiro.
-Iré a mi bóveda por la pócima que necesita. Si te mueves de aquí, Chester, te juro que...

Está asintió, desesperada y con los ojos cubiertos de lágrimas. En el fondo, pensó Regina, solo era una chica enamorada como ella lo fue alguna vez.

(...)

-¿Por qué bebería algo que me diera la Reina Malvada? -dijo Pan, tan débil que ni siquiera se molestó en abrir los ojos.

La mujer sujetaba un frasco de vidrio lleno de un líquido de un rojo brillante, tratando de que esté dejase de apartarla con una mano.

-Si quisiera que murieras, Peter Pan, me bastaría con no hacer nada. El veneno de esa púa ya está acabando contigo sin mi ayuda.

-Por favor, Peter... -le rogó Cheshire- Bebe por mí. Confío en ella.

-Siempre has sido demasiado confiada, preciosa.

A pesar de sus palabras, con una mueca, este finalmente separó los labios y Regina hizo caer en ellos el líquido. Casi al instante, el rostro del chico recobró su color, y abrió los ojos, súbitamente consciente de todo lo que le rodeaba. Se reincorporó y al instante, creó una barrera entre Regina y Cheshire con su cuerpo.

-Lo que ella te ha prometido, me aseguraré de que no lo cumpla. No dejaré que ninguno de ustedes le ponga un solo dedo encima.

-No quiero dañar a tu noviecita, Peter Pan -gruñó la Reina Malvada, aunque retrocedió, como si se preparara para un enfrentamiento. -Lo único que quiero es que vuelvan a tu isla y que no regresen por aquí nunca.

Peter Pan, colocándose detrás de Cheshire, le pasó un brazo sobre el pecho en un gesto protector, sin apartar sus ojos verdes de Regina.
Arqueó una ceja.

-Hecho.

Y ambos se desvanecieron en una nube de humo verde.

(...)

-¿Que fue lo que pasó aquí? -preguntó el señor Gold al entrar en la casa de la alcaldesa, encontrando en el suelo los fragmentos de la caja de Pandora.

-Escaparon.

-¡Ellos no eran los únicos ahí dentro, querida! ¡¿En dónde están?! ¡¿En dónde está el resto de los demonios?!

-Ellos acabaron con todos. Y la caja se rompió, liberandolos. No traté de detenerlos. Si es lo que ustedes deciden, pagaré las consecuencias por esta traición.

El señor Gold apretó con fuerza la empuñadura de su bastón, frunciendo el ceño.

-¿Tienes idea de cuantos demonios había ahí dentro? Eran todos los males del mundo, contenidos en un mismo lugar. Es imposible. Ellos dos no pudieron haberlos matado a todos. La caja no pudo haberse roto porque eso significaría... Eso significaría...

-¿Que cosa, Gold?

-Que salvaron al mundo. -el hombre parecía a punto de desmayarse- Alguien abriría la caja en algún momento y los demonios escaparían, causando muerte, caos y destrucción. En eso consistía el mito referente a la Caja de Pandora. Pero ellos mataron a todos los demonios. La caja se rompió porque...

Regina dejó escapar una exclamación y se cubrió la boca con las manos.

-La caja se rompió porque no los consideró villanos. Sino héroes. -dijo ella, completando la frase de Gold. Este asintió, mareado.

Y los héroes siempre tenían un final felíz.

(...)

Nota de la autora: Está vez es seguro, solo queda un capítulo más para el final de esta historia😭😭 no sé cómo sentirme al respectoooo💔💔💔 pero todas las piezas están encajando, y espero que el giro que ha dado la trama les haya gustado✨✨✨😸 Eso es todo por ahora, voten y comenten si les gustó 💖💖 nos leemos pronto🥳🥳🥳

The king of Neverland (Peter Pan & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora