BEBÉS Y CRISTEL

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*NARRA MELANY*

Llevaba una hora viendo un punto fijo en la pared,mis ojos estaban rojos y levemente hinchados,mis emociones estaban descontroladas,me sumergí tanto en los recuerdos que con dificultad oi la puerta abrirse.

— ¿Melany que hacemos?— Heidi hablo sin embargo no voltee a verla— Los maestros están destrozados y no tienen cabeza para pensar bien.

— Así que...¿Que hacemos?— Limpie una lágrima traicionera que había bajado por mi mejilla,me levanto viendo la mirada de tristeza que tenían todos.

— Haremos lo que Cristel iba a hacer,luchar por la felicidad y el bienestar de sus hijos, enfrentaremos al ejército de Bella— Todos asintieron mientras salían de la habitación el único que se quedó fue Alec y Afton el cual dejo a Heather en los brazos de su papá y se fue.

Alec se acercó a mi,al estar enfrente tome a mi bebé con cuidado, poniendo su cabecita en mi hombro y sobando su espaldita,oía los balbuceos de ella y el movimiento de sus manos,solo había pasado un mes y ya parecía de seis meses.

— ¿Cómo estás?— Suspiré antes de Sonreír levemente.

— Bien...en lo que cabe— Alec me abrazo a mi y a nuestra bebé— Solo a pasado un día y ya la extraño.

— Lo se,yo también la extraño— Beso mi frente con cariño— Nuestra bebé ya está grande.

Asentí con una suave sonrisa,mi bebé saco su cabecita de mi cuello y una sonrisa se plasmó en su pequeño rostro.

— Bababa.

— No quiero que crezca— Alec jugo con la mano de nuestra bebé— Se que no sera pequeña para siempre pero no quiero que llegue a la adolescencia y le empiecen a interesar los chicos...en especial el idiota de Afton.

Rei un poco,antes de darle un beso en los labios.

— Eres un celoso.

*NARRA LA ESCRITORA*

En una habitación blanca con adornos en dorado se encontraban los mellizos Vulturis,tan pequeños e inofensivos,tan confundidos por no oir la voz de su madre.

Jugaban con sus pequeñas manitos,se removían,un pequeño vacío se empezó a formar en sus corazones al no ver a nadie,al no sentir la presencia de nadie en la habitación haciendo que se quejaran y lloraran por estar solos.

Lloraron con desesperación al sentirse asustados y desprotegidos.

Un rubio de ojos carmesí oyó el llanto,el llanto de sus hijos,oyó el sufrimiento en cada sonido que hacían y a pesar de ser los causantes de la muerte de su compañera el rubio se levantó para dirigirse a la habitación,a mitad de camino oyó como el llanto cesaba asustandolo de gran manera.

Al llegar vio como su hijo mayor estaba hablando con ellos.

— Ustedes deben ser mis hermanitos,saben son tan chiquitos y llorones,¿Todos los bebés son así o solo ustedes?, oigan saben dónde está mamá— La menor de los mellizos río al oir a su hermano— Oye eres tan pequeñita y tienes los ojos parecidos a los míos.

Caius vio como su hijo tomaba las manitas de sus dos hermanos.

— Prometo que los voy a proteger por qué no creo que siendo tan chiquitos puedan cuidarse,así que como hermano mayor yo me encargaré de cuidarlos— Su padre sonrió con orgullo al oir las palabras de su hijo.

— Claro que los cuidaras mi príncipe— El pequeño de ojos azules volteo a ver a su padre con una sonrisa antes de correr para que el lo cargará cosa que el rubio hizo,a paso dudoso se acercó a la cuna viendo a su otros dos hijos.

LA COMPAÑERA DE LOS VULTURISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora