Aunque la noche sea oscura y saque a muchos moustros a saciar su sed, no siembra terror en mi vida.
La serenidad invade mi cuerpo, la paz refresca mi alma y por sobre todo, no me obliga a tener que socializar con seres inadaptados que desganan mi existir.— Espera! - exclamó a la distancia, lo que me obligó a voltear -
— Duró al menos un segundo. - renegué mientras lo veía llegar -
— Vamos! - protestó - ¿También te molesta mi presencia? - soltó una risita mientras estiraba su mano hacia mi - Solo quería darte el celular.
— ¿Otra vez? - lo mire mientras revisaba mis bolsillos - Supongo que tendré que colgármelo al cuello. -tome el artefacto y lo guardé - Gracias.
— No hay problema -dibujó una sonrisa en sus labios y luego depositó un beso sobre mi mejilla - Te veo mañana.
— Claro. -me despedí y me detuve a observarlo mientras se marchaba -Mi nombre es Skylar Mattler, tengo 21 años y estudio gastronomía en la universidad " La Hardvard de la alta cocina" en Nueva York, Estados Unidos.
Suelo dedicarme a mis estudios la mayor parte del tiempo, claro que para mantenerlos, necesito de un ingreso.
Durante la mañana, trabajo en un café situado en el centro de la ciudad. Por la tarde dedico mis horas a cursar y estudiar. Es por ello, que mis días terminan a las 22hs.Connor es un compañero de curso, podría considerarlo un amigo, pero se que sus intenciones son otras y no, no es algo que quisiera incorporar a mi tiempo.
Podría perder la cabeza por cualquier cosa en este planeta, hasta podría amar a la ultima piedra situada a la orilla de río mas peligroso del mundo, pero jamás, jamás amaría a un hombre.
~ Dia 15 de diciembre de 2024 ~
7:00 am, comienza mi jornada laboral. Un día como cualquier otro. Aroma a café y humores de mil gustos.
Mi espacio está en la cocina, mi lugar favorito en el mundo. Adoro innovar y cada momento es el tiempo perfecto para hacerlo.— Cuatro ordenes de tostada primaveral, Dos de wafles con frutos rojos y miel y una orden de huevo fritos y tocino. -leyó mientras acomodaba las ordenes sobre los ganchos -
— ¿Nadie toma café? -contestó mientras se adelantaba a preparar lo solicitado -
— ¿Por qué siempre haces la misma pregunta? -se quejó mientras se retiraba -
— ¿Por qué nunca me responde?
– Porque eres intenso warren. -sonrió y palmeó su hombro - Solo has tu trabajo ¿Quieres?
– Bien, pero algún día tendrá que responderme.
– Tendrás que seguir esperando - conteste mientras armaba los platos -
– No pierdo las esperanzas, soy persistente.
– Oye persistente, se te queman los huevos. -observó la plancha y sacó su libreta - Si sigues así, tendré que bajarte puntos y no será bueno si aún quieres adicionar.
– Lo siento, no volverá a ocurrir jefa - se acercó a ella y besó su mejilla, acción que provocó un breve color rojo sobre ellas -
– Ya van a empezar con sus cursilerías. - me quejé -
– Estas muy amargada, necesitas amor en tu vida Skay. - hizo un corazón con las manos -
– Con dinero y comida me basta y sobra.En la cocina somos cuatro, yo, Chelsea, Tiffany y warren y nuestra supervisora es Cloe, la novia de warren. Ella es la encargada de todo el café, pero pasa su tiempo en la cocina vigilando a su Romeo.
– Oigan ¿Ya vieron la publicidad del club del chef? - todos negamos - ¿En serio? Ya tiene mas de 10 mil comentarios.
– No he tenido tiempo. ¿Qué dice?
– Bueno, la semana próxima hay una competencia en la cual se estará preparando gastronomía China. El jurado es mixto, pero al parecer por lo que se compite es por un lugar en la cocina de un artista Asiatico.
– ¿Quién es? - volteó a verla - Me interesa solo si es jackie Chan.
– No lo se, pero estuve investigando con otros chefs y al parecer es alguien muy poderoso y por sobre todo exigente.
– ¿Te inscribiste? - voltee a mirarla sin dejar de cocinar -
– Por supuesto, aunque no gane, quiero ganar experiencia.
– Esa es la actitud Chelsea -le brindó su apoyo y se dirigió al resto de nosotros - Ustedes deberían hacer lo mismo, dense a conocer, son increíbles en lo que hacen y ya están a meses de recibirse.
– No es mala idea - sonó entusiasmada-
– No lo sé, los asiáticos son muy exigentes - me adelanté a la desgracia - No se si podré soportar tanta presión.
– Pienso lo mismo - esta vez warren se oía inseguro - Son platos muy complejos y ellos no son muy fáciles de complacer.
– Animo chicos, tienen que llevarse de energía positiva, con esos pensamientos, solo atraen las desgracias. - intentó alentarnos y mas a su Romeo - Inténtalo y verás que todo saldrá bien. - sonrío e hizo un delicado gesto con el rostro ya que no podía besarlo -
– Lo intentaré nen... - corto su frase al darse cuenta del atrevimiento frente a nosotros - Jefa. - todos reímos ante tal escena -12 am, hora del almuerzo, momento en el que nos relajamos y conversamos abiertamente.
Los chicos aprovecharon a inscribirse a aquel concurso, yo por mi parte, entre y salí varias veces de aquella página. Por primera vez, sentía miedo, un mal presentimiento, algo me me impedía hacerlo pero deseaba entrar a la competencia, sin embargo, la inseguridad se introdujo dentro de mis venas.– Pero ¿Cual es el problema? Es una gran oportunidad, esto servirá para tu currículum -intentó alentarme -
– No lo se Tiff, simplemente no me siento segura
– Vamos a anotarnos todos, además tu eres la mejor en la cocina y una experta en platos asiáticos!
– Si, pero... - deje salir un profundo suspiro - Tengo miedo
– Tranquila, aquí estamos todos para apoyarnos entre nosotros. - me regaló una enorme y dulce sonrisa -
– Gracias - devolví el mismo gesto -Chelsea terminó por convencerme. Seguía con mi mal presentimiento pero decidí anotarme. Después de todo, son varias personas inscriptas y nada dice que sea seguro que yo audicione para la competencia.
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Mi eterno pecado
FanfictionUna joven estudiante de Gastronomía, obtiene una gran posibilidad en el mundo de la cocina, donde conoce al gran amor y destructor de su vida.