Maestro y Alumna [Fem! Satoru Gojo x Lector]

Prólogo

Ser un hechicero de grado especial puede ser algo tedioso y agotador para ti. Creíste que lo peor era hacer misiones para derrotar maldiciones o hacerte cargo de algún que otro problema aquí en Tokyo. Sin embargo, luego de una reunión que tuvieron los altos mandos, recibiste las noticia de que debes de hacerte cargo de Satoru Gojo.

Claramente sabías de la existencia de esa individua, debido a que su nacimiento provocó en sí un cambio en la pirámide de poder en el mundo de la hechicería; todo esto debido a que Satoru Gojo—al ser parte del clan Gojo—, nació con las técnicas del ilimitado: los 6 ojos cuyos le permiten ver la energía maldita a una profundidad superior a la de un hechicero promedio y ayudan a Satoru poder hacerse hasta una idea de las técnicas malditas de sus oponentes. Y el ilimitado neutro, el cual es un espacio alrededor de Satoru cuyo la protege de cualquier amenaza, siendo que está tecnica nacida de la capacidad de poder manipular el espacio, le permite rodearse de una "barrera" o "burbuja" cuya función sigue la misma que la paradoja de zenon—específicamente, la convergencia de la paradoja de zenon, Aquiles y la tortuga—, permitiendo hacer que todo aquello que entre en contacto con este espacio se "convierta" en un número finito siendo envuelto en una convergencia infinita. De está manera, Satoru puede volver más lentos aquellos ataques que se aproximen a ella. Los 6 ojos son fundamentales para la aplicación del ilimitado neutro, ya que el ilimitado posee un límite de bloqueo, siendo que solo funciona hasta un nivel atómico, los 6 ojos por igual, ya que son capaces de analizar la masa, velocidad, y entre otras cosas, lo que se acerque a ella, de esa manera logrando obtener esa información en su cabeza para que el propio ilimitado pueda interactuar con estas cosas por igual. Por cierto, los 6 ojos también le permiten tener un mejor control de su energía maldita y menor desgaste, que es básicamente ilimitado.

Y luego esto su técnica maldita azul, siendo poseedora de dos variaciones, la primera permitiendole manipular objetos o personas gracias a su capacidad de manipular el espacio y la segunda es la técnica máxima de azul, provocando que el espacio se atraiga en sí mismo haciendo que un vacío se cree y absorba lo que entre en su rango.

Tú eres consciente de estas técnicas malditas de Gojo Satoru, después de todo ella es la estudiante más fuerte actualmente—Claro, si no contamos a Suguru Geto—, y como actualmente vas a ocuparte de cuidarla, o más bien, "adiestrarla", como dijeron los altos mandos, hiciste tus investigaciones sobre ella; Satoru Gojo resulta tener cierta mala reputación. Su arrogancia y ego juvenil, aparte de poseer las técnicas malditas mencionadas cuyas le otorgan una ventaja excepcional en el mundo de la hechicería, han hecho de está jovencita una chica un tanto problemática, ya que no suele respetar a sus profesores o mentores, suele actuar a su propio criterio y subestima a ciertas personas.

Gracias a esta reputación ni siquiera tenías ganas de hacer este trabajo, hubieses preferido mil veces que haya sido Yuki Tsukumo quien se hiciera cargo, pero, ¿qué más da?, no puedes ir en contra de lo que digan tus superiores. Aunque más que asustado o algo por el estilo, te parece irritante la idea de tener que lidiar con una muchacha arrogante y que podría llegar a actuar de manera pedante.

Esperaste un rato, sentado en una banca de la escuela de hechicería en Tokyo, un suspiro escapo de tu boca debido al cansancio de estar esperando por ella, hasta que por fin apareció.

—Oe.

Una exclamación de la nada a zumbado en tus oídos, al levantar la cabeza y observar la figura alta, de 190cm, de la albina de 17 años, con largo cabello blanco hasta las caderas y esos brillantes ojos azules resguardados por lentes negros, tu expression siguió siendo la misma ante su presencia, pero al ser un hechiero experto y de tu grado, eres conocedor y eres capaz de entender perfectamente el funcionamiento de la energía maldita, la observarte por unos segundos, podías notar la poderosa energía maldita viniendo de ella, lo cual es algo sorprendente; pero para un veterano como tú, a diferencia de otros veteranos que podrían intimidarse por este factor, tú te mantuviste serio y neutral ante su presencia.