Pasaron los días, y César se integraba cada vez más en el grupo. Era amable, comprensivo y parecía que le gustaba pasar tiempo con las chicas. Hablaba con todas, pero se juntaba mucho más con Samantha y Susan, que se sentaban junto a el, al principio de la fila.
-Leamos el Horóscopo -propuso Susan.
-Si, si. ¿Cuál es la página que lees? -le respondió Samantha.
-Esta -le señaló Susan-. A ver... recomendaciones para este año según tu signo.
-Uhh, interesante. ¿Qué me dice a mi?
-No sale tu signo.
-Ah.
Hubo un breve silencio, que fue interrumpido por la llegada de Luna y César, que estaban en la cantina comprando algunas cosas.
-¿Qué hacen? -preguntó Luna.
-Leyendo el horóscopo -respondió ágilmente Susan, que parecía emocionada-. ¿Que signo eres?
-¿Yo? Uh, soy sagitario.
-Veamos..., dice que vendran tiempos mejores. ¿Te identificas?
-No.
-Ah, este, bueno...
-Es broma -dijo Luna riendo-. Es que no lo sé... No creo que me encuentre en una situación necesariamente mala, ¿Sabes? Pero si dice que voy a estar mejor, que así sea, no me niego a nada bueno -dijo sonriendo.
-Ah -respondió rudamente Susan-. Bueno, como sea. ¿Y tú, César? ¿Que signo eres?
-¿Cómo? -le respondió volviendo a la realidad, ya que en realidad no le estaba prestando mucha atención a lo que estaban diciendo.
-Tu signo. ¿Cuál es?
-Ah, soy aries.
-Valee, pues veamos. Dice que deberías dejar el pasado ir, o algo así. "Deberías dejar ir una situación o persona que te está haciendo daño". Pues vaya.
César se quedó callado, mientras miraba a Susan en silencio. Luego de un rato sonrió ligeramente mientras susurró "Ya sé de quién hablas".