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Lilou Dupont

La chica, tan observadora como de costumbre, había logrado percibir la repentina frustración del profesor Mathieu. No era tonta, probablemente tenía algo que ver con una decepción amorosa, y estaba más que claro que la causante de su desilusión había sido la madre de Morhange.

Decidió no comentárselo a nadie. Después de la pequeña discusión con Morhange, que había tenido lugar hace tan sólo un par de días, había decidido no hurgar más en el la herida. Así que hizo lo que siempre hacía y, en lo que se consideraba una completa experta. Callar y sonreír.

El fin de las clases detuvo sus pensamientos. Estaba realmente emocionada. Hoy darían un pequeño concierto frente a la condesa, cosa que en principio a Rachin le enfureció. Pero era lo que había.

Con el sonido de los pasos nerviosos de todos los residentes de "Fondo del Estanque" se levantó y los siguió hasta la zona en la que el concierto tendría lugar.

Una vez allí todos se colocaron en la posición anteriormente ensayada, no podía haber ninguna falla.

La zona se empezó a llenar de personas hasta que entró la condesa. Todos la saludaron educadamente y la castaña pudo ver que Mathieu y Rachin estaban manteniendo una pequeña conversación con ella.

Finalmente era hora de demostrar en lo que habían trabajado todo este tiempo. Morhange seguía negándose a participar en el coro, cosa que a Lilou le molestaba, pero decidió cumplir la promesa que se hizo a ella misma y ser lo más comprensiva que pudiera ser con él.

Mathieu se colocó frente a ellos y empezó a dar indicaciones de que comenzaran a cantar. Y sin pensarlo dos veces, todos lo hicieron.

Si le preguntaran a Lilou, probablemente diría que aquella fue la vez que mejor cantaron todos y cada uno de ellos. La sincronización fue escandalosamente espectacular.

Giró de forma leve su cabeza y distinguió a Morhange detrás de una columna mirando atentamente a todos sus compañeros y a su novia.

Lilou le hizo una pequeña señal con la cabeza a Mathieu, éste la entendió perfectamente.

Llegó la parte del solo de Morhange y el profesor se volteó hacia él haciendo que todas las miradas también se dirigieran hacia el susodicho.

Y Morhange no se negó a cantar. Cantó. Cantó mejor que nunca. Cantó de una forma en la que consiguió llenar la sala de un aura que envolvía los cuerpos de todas las personas allí presentes. Lilou sintió que por unos segundos sería capaz de tocar el cielo con sus propias manos.

Y así fue como se dió cuenta que su vida siempre estaría atada a la de él, y que no importa a dónde los llevaran sus destinos. Siempre serían ellos dos contra el mundo. Siempre sería la perfecta armonía de sus voces unidas junto al mal, la oscuridad y la noche.

Siempre sería la unión de dos almas anteriormente perdidas, que cogiéndose de la mano, habían conseguido salir ilesas de aquel pozo que parecía no tener fondo.

𝓛𝓪 𝓝𝓾𝓲𝓽  (ᴘɪᴇʀʀᴇ ᴍᴏʀʜᴀɴɢᴇ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora