Me morí y me dieron la oportunidad de reencarnar en un nuevo mundo, y como buen pendejo, elegí ir al mundo SCP :D.
Espero les guste.
PD: En estos momentos, esta historia estará en rediseño, así que si ven algo que no cuadra es por eso.
Se me podía ver acostado, dormido, en una cama de hospital.
-Tiempo transcurrido desde el incidente del capítulo anterior: 3 horas-.
La puerta se abriría y la persona que entraría sería Shoko. La misma solo me miraría a mi y luego a un baso de agua que estaba por ahí. Con simpleza agarro el baso para acercarse para luego tirarme el agua en la cara.
Y como era de esperar, me desperté.
"*coof* *coof* ¡¿Por que hiciste eso?!" le grite molesto.
"Buenos días principito" dijo Shoko con una sonrisa burlona; "Ya estas mejor así que lárgate"
"¿Eh? ¡Aaag!" gruñí al sentir un puntazo en mi hombro lo que me hizo recordar lo que había pasado.
"Tu hombro te dolerá por unas horas mas. Sea lo que sea la cosa que te ataco perforo los nervios de tu hombro, tu regeneración ayudo pero de igual forma te dolerá por un rato. Y ten" dijo mientras me lanzaba unas mentas.
"¿Mentas?" pregunte confundido.
"Si, tu aliento huele a alcohol, así que usa esto para ocultar un poco el olor. Dudo que a tu hermana y enamorada le guste que hayas bebido"
Luego de eso Shoko se iría de la habitación. Cuando se fue mire un poco el paquete de mentas, lo abrí y me lleve dos a la boca. Después de eso me cree una ropa para cambiarme pero al quitarme la bata me vi en el espejo.
"Cool" dije sonriendo al ver que en mi hombro quedo una cicatriz.
De inmediato rompí el vidrío de un golpe. Al ver esa cicatriz un sentimiento de impotencia y enojo se apoderaron de mi mente. El hecho de que unas inmundas criaturas, dos que ya había vencido, casi me matarán me hacia sentir como un inútil.
Mi mano quedo con algunos cortes así que fui a ponerme alcohol y vendarme un poco, diría una pequeña excusa y crearía otro espejo igual antes de irme de la habitación pero al abrir la puerta me encontraría con Cleo.
Ambos nos quedamos viendo, con sorpresa.
"Que onda" fue lo que alcance a decir.
"...Parece que despertaste, ¿Shoko ya lo sabe?" pregunto con curiosidad.
"Se fue hace un rato..." le respondí con simpleza.
