Despertaste de golpe algo confundida, qué pasó ayer? Tu cabeza da vueltas y vueltas.
—¿En serio se me sube rápido el alcohol? — te vuelves a acostar pero esta vez sientes como algo duro
Miras bien y estas acostada en el pecho de Soichi, levantas la sábana que los tapaba asustada, ¡estabas ebria! Pudiste haberlo hecho, pero gracias al cielo, no, aún tenías tu ropa y él igual, procesas que estas durmiendo en la ¡misma cama! Qué mierda pasó ayer?
—Oh, princesa — dice Kara mientras entra en la habitación — veo que ya despertó
—Sí.... ¿Qué pasó ayer?
—Pues nada interesante solo se pasaron del límite de alcohol y tuve que cargarla hasta acá cómo un costal de papas. Y también a su amiguito — miro a Soichi que todavía seguía durmiendo con la boca abierta — y no es para nada ligero — se tocó la espalda con una mueca de dolor
—Hoy nos vamos, princesa. Ya falta poco para llegar a Beltrán
—De acuerdo, muchas gracias
Ella asentió con la cabeza y se retiró de la habitación, momento para un buen taco de ojo. En esa posición Soichi se veía tan ridículo pero a la vez tierno, sus ojos cerrados, su respiración tranquila, su boca abierta JAJAJA, tomaste su barbilla con tu dedo índice haciendo que cierre su boca una sonrisa salió de tí.
—Qué tanto vez?
Mierda, todo esté tiempo estuvo despierto?
—ARGH, ¡te odio! — lanzaste una almohada a su cara mientras que él no dejaba de reír
En el camino todo fue tranquilo, ya casi llegaban. Soichi no podía evitar mirarte de reojo, ¿qué maldición le hiciste? No, no, no, no puede enamorarse la última vez que lo hizo fue a los 11 años y no le fue para nada bien, aunque si le rompes el corazón puede lanzarte un clavo. Gran idea.
