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Nunca fui de creer en la astrología, la magia negra, Dios, el universo y esas tonterías que la gente cree para tener un hilo de esperanza o una razón para justificar sus errores. "¿Me fue mal el examen? Culpa de mercurio" o "¡gracias a Dios la cirugía fue un éxito!" Tu fracaso académico no depende de la posición de un planeta y la cirugía fue un éxito gracias al personal médico que se pasó más de dos horas cortando en un quirofano y casi veinte años estudiando para obtener los conocimientos necesarios para salvarte la vida.

Me consideraba atea y fue desde una corta edad porque desde pequeña me obligaban a ir a la iglesia y lo detestaba, me aburría y sentí un ambiente escalofriante, posiblemente porque soy lesbiana y los religiosos me detestan tan sólo por existir. Era católica por obligación por parte de mis padres, quienes sirvieron a Dios desde jóvenes y de hecho se conocieron en la iglesia, se enamoraron, se casaron y de allí nací yo; una lesbiana atea.

Aunque a mis padres no sabían de mi orientación sexual, de todos modos no volví a pisar la iglesia desde los catorce años, había renunciado por completo a ese lugar y me enfoqué en estudiar y hacer algo más productivo los domingos por la mañana, como dormir y... Dormir. No me agradaba el ambiente, me sentía fuera de lugar.

ㅡ En serio, Hyun. ¡Esta vidente lo sabe todo! ㅡ SooYoung hablaba, ella era la que creía en las energías, signos y esas cosas, ella quería atarme a ese mundo, pero yo le restaba impotencia. ㅡ ¡Puede leer tu futuro, tu pasado y tu fortuna!

Generalmente cuando hablaba de esas cosas yo hacía oídos sordos y asentía hasta que se le pasaba la emoción, pero parecía muy interesada en el tema así que me tocó soportar, no lo iba a dejar ir muy fácil.

SooYoung y yo éramos más amigas, pero nadie lo sabía. Era algo físico, solamente teníamos sexo y cuando la soledad llamaba, SooYoung remplazaba ese vacío, pero no teníamos esa conexión romántica de las que tenían en las películas, no nos decíamos "te amo" ni tampoco compartíamos la cama a menudo, simplemente pasábamos el rato, uno que otro encuentro físico, pero era más costumbre que otra cosa. Ni siquiera teníamos aniversario, no teníamos citas, conocía a sus papás y ella a los míos porque nuestras familias eran amigas, pero no venía los domingos a comer con mi familia, no teníamos vacaciones juntas, era como una amistad con encuentros casuales cuando las necesidades llamaban porque para el resto éramos mejores amigas. La conocí en la escuela secundaria, éramos amigas y de la nada empezamos a ser más que amigas, nada de otro mundo. Nos besamos en una fiesta, ese beso fue a más y aquí estamos, compartiendo la cama y pensamientos filosóficos que tenía SooYoung luego de tener sexo.

ㅡ Quiere tu dinero, Soo. Es una estafa. ¿Realmente crees que existe algo antes y después de nosotros? Naces, vives y mueres, no hay mucho más detrás. ㅡ Le expliqué y ella se quedó pensativa mirando el techo mientras mi mano posaba en su pecho. ㅡ ¿Te has puesto triste? No quiero sexo deprimente.

ㅡ Un poco. ㅡ Dijo y yo puse los ojos en blanco mientras mis piernas se enrredeaban con las suyas, pegándome más a su cuerpo. ㅡ No, tienes razón. Es una tontería.

ㅡ Si te hace ilusión, vamos a corroborar si es estafa o no, pero voy por ti, eh. Total, el dinero no es mío, es de mi padres. ㅡ Le propuse y ella soltó una risa metiendo sus manos bajo las sábanas para tomar mis caderas, pegándome más, aunque creo que era imposible estar más cerca. ㅡ Y quizá podríamos confirmar que en otra vida también fuiste una insaciable sexual.

ㅡ Es por tu culpa, ha pasado mucho desde la última vez. ㅡMurmuró mientras sus dedos se deslizaban por mi piel, haciéndome reír, buscando mis labios en un intenso beso y sus dedos fueron más allá de mi vientre.

Supongo que no había nada más que sexo detrás de lo nuestro, pero me había acostumbrado tanto a SooYoung, a su olor, su sabor, su risa y su pensamiento, que me era imposible verme con alguien más. Posiblemente, a largo plazo, si me veía en una relación más formal con SooYoung, quizá una familia luego de terminar la universidad, pero ahora sólo quería disfrutar de los beneficios de la juventud que me quedaba. Tenía veintidós años y las fiestas jamás me faltaban, disfrutaba a mi manera junto a mis amigos. SooYoung y yo salíamos juntas casi siempre y terminábamos en su departamento, pero muchas veces a pesar de las fiestas, dinero, bebidas y clubes, me sentía vacía. Terminaba la fiesta y las risas desaparecían, ni ánimo decaía hasta el próximo fin de semana.

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⏰ Última actualización: Sep 20 ⏰

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