Bastian

Capitulo 02

Me despierto bien temprano y me arreglo lo más rápido posible, intento limarme un poco las uñas para que no se vean tan feas, sé que más tarde voy a tener que hacer una visita a mi manicurista para que me las haga y queden perfectas antes de que alguien se dé cuenta. Me maquillo minuciosamente, intento que se vea un poco natural, no me gusta usar mucho maquillaje pero mi mamá siempre me dice que tengo que estar perfecta. Cuando me maquillo me enfoco más que todo en mis ojeras y mis pecas, las tapo casi por completo. Hoy amanecí con las ojeras un poco marcadas porque anoche no paraba de dar vueltas en la cama, estoy muy nerviosa por el día de hoy.

Aunque Sebas ayer me reconfortó y alegro un poco, eso no cambia el hecho de todo lo que tengo que hacer aunque no quiera, lo peor es que no puedo hablarlo con nadie. No se lo puedo decir a él y mucho menos a alguien externo, solo de pensarlo me entra el pánico. Aprendí por las malas que no puedo confiar en nadie externo a mi familia, aunque no me gusta pensar así pero solo recordar todo lo que paso la última vez y que pueda volver a repetirse, me aterra. Callar es lo mejor.

Cuando ya estoy lista, agarro mi cartera, mi bolso y salgo de mi habitación. Llego a la entrada de la casa y saco mi teléfono para llamar a Sebas, no lo veo por ningún lado y sé que no se fue sin mí porque su camioneta está aparcada afuera. Antes de que suene el primer timbrazo, escucho como alguien trota a mis espaldas, siento como me quitan el bolso y yo corto la llamada.

-Vamos hermanita, no querrás llegar tarde a tu primer último día de clases-sigue de largo, abre mi puerta y luego se sube al asiento del conductor, camino y me subo en el asiento del copiloto.

Una vez dentro observo cómo coloca mi bolso y el suyo en la parte de atrás y luego procede a encender la camioneta. Se asegura de que todo esté bien y se pone el cinturón de seguridad.

-Ah por cierto, toma es para ti-me da una bolsa de papel y cuando la abro, veo que hay una manzana un sándwich y dos barras de chocolate-anoche no comiste nada, y hoy no te acercaste a la cocina a buscar algo de comer, no se porqué mamá y tu se empeñan en hacer tantas dietas si considero que están bien, pero bueno tienes que comer.

-Son cosas de chicas hermano, no entenderías-si él supiera que tampoco entiendo porque tenemos que hacer tantas dietas, odio las ensaladas y por eso prefiero no comer mucho, pero bueno mamá dice que es necesario para poder ser perfectas y estar en todas las pasarelas.

Agarro el sándwich, y veo que tiene bastantes cosas, tal cual como se los prepara para él. Mi estómago ruge y yo lo abro rápido, le pego un gran mordisco y suelto un ruido de satisfacción, esta delicioso.

-Realmente no entiendo Georgiana, porqué haces dietas con mamá, si te encanta muchísimo comer pesado-me mira ceñudo, yo trago el bocado que tenia en la boca y luego suspiro.

-Sebas quiero apoyarla vale? Aparte me ayuda a tener un poco de control y poder estar en pasarelas, me gusta, solo que suele aburrirme un poco-miento como siempre-y sabes que frente a mamá no puedo comer cualquier cosa porque eso la desalentaría y creerá que no estamos juntas en esto, como dije son cosas de chicas hermano.

-Bueno vale, allá tú Gege, solo te digo que tienes que comer un poco más o vas a desaparecer-yo me río por su comentario y termino de comer mi sándwich, mientras él arranca.

Llegamos a la universidad y él me acerca a la sede de Leyes, se estaciona enfrente y yo me tomo un momento para verificar que mi maquillaje esté bien.

-Hoy tal vez me demore un poco luego de mi última clase, tengo que hablar algo importante con alguien-me aplico un poco de gloss, me como una menta y guardo todo en mi cartera-solo serán diez minutos de retraso, me esperarás aquí no?

-Claro, aquí estaré como siempre, solo no tardes tanto porque tengo que llegar temprano a la práctica.

Me quito el cinturón, me estiro para abrazarlo y me bajo. Doy la vuelta y comienzo a caminar, escucho dos bocinazos y volteo. Sebas baja la ventana y me grita.