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                               ♒︎ Inefable
                     – 00. Tarta de bienvenida

Me encuentro escuchando música en mi habitación, mientras hago los deberes y a la vez meriendo, o eso es lo que estaría haciendo si no me hubiese mudado de continente. Estoy transportando las cajas de mudanza del camión a la entrada de la casa, que supongo que será el futro salón. No es fea, es más, la casa es preciosa, pero lo sería aún más si se encontrase en España. Allí no tengo muchos amigos, aunque aquí tampoco la verdad así que no sé para qué hablo. Pero como tengo tanta familia en España, cuando me vaya de viaje veré a los 5, 6 amigos que tenía. Sí, 5 o 6, es que no le llevaba muy bien con los de mi clase, como se puede ver. Y no, no lo parece, sobre todo por mi nombre, Charlotte, pero bueno, para resumiroslo, mis padres son fans de Los Bridgerton.

—¡Vamos Charlotte, deja de mirar la casa como si fueses retrasada y vuelve aquí a seguir ayudando! —A eso le llamo yo, amor maternal—.

—¿Acabas de llamar retrasada a tu hija favorita? —Dije ofendida, a la vez que caminaba volviendo a donde estaba el camión—.

—Charlotte, cariño, eres mi única hija.

—Pero sigo siendo la favorita.

(...)

Ahora sí que me encontraba en mi habitación escuchando música y merendando. Mi habitación lleva amueblada y pintada desde que se compró, al igual que la de mis padres y otros lugares de la casa. Por eso solo me faltaba guardar mis cosad etc. Pero para eso ya tendré tiempo, porque que pereza hacerlo ahora. Prefiero quedarme escuchando a The Weeknd. Eso si, lo único que tengo colocado son mis libros porque, ¿quién es Charlotte sin sus libros? Nadie. Estaba taaan sometida en mis pensamientos que ni siquiera me enteré de que mi madre había entrado en mi habitación. Pegué tal brinco que hasta me caí de la cama

—Charlotte cariño, ¿estás sorda? —Lo dice con un tono tan suave que hasta parece como si se estuviese burlando de mi— Bueno, que me voy de compras porque claramente no hay nada para comer. Vuelvo dentro de un rato, ten cuidado y cualquier cosa llamamé.

—Pero, ¿y papá?

—Se ha ido a devolver el camión de la
mudanza y a recoger nuestro coche que viene de España. Así que estás sola, ¿vas a estar bien o me espero a que vuelva tu padre? —Asentí indicando que estaba perfectamente— Venga pues un beso, te quiero mucho hija.

—Y yo a ti.

Justo cuando se fue me puse a saltar en la cama. Que guay, casa sola, ahora podré poner la música a tope sin que nadie se queje. Pero antes fui a por algo de comer, que sí, que acababa de merendar, pero es que yo seguía teniendo hambre. ¿Qué se le hará?

Bajé a la cocina y me cogí un bol de cereales. Subí a mi habitación y empecé a comer mientras veía la televisión. Nada más me senté en la silla tocaron el timbre. Maldije y me levanté. Casi me caigo por las escaleras, pero por desgracia me agarré a la barandilla, evitándolo. Cuando estuve delante de la puerta la abrí, para encontrarme con tres personas, una sosteniendo una tarta, casera por lo que veía.

—Emmm, ¿hola? —Dije algo confusa pero con una sonrisa educada—.

—Hola, somos tus nuevos vecinos, —habló la chica, que era la que sostenía la tarta— nuestra madre ha hecho una tarta, como hacemos siempre con los nuevos vecinos, y nos ha dicho que os la traigamos.

—Muchas gracias, no hacía falta. —Me la tendió así que la cogí, a lo que sonreí— Ah sí, perdón, soy Charlotte.

—Yo soy Leena. —Dijo la chicha, luego miró a sus hermanos. Uno, que supongo que es el pequeño, estaba jugando videojuegos, y el otro, miraba al suelo tímidamente. Leena rodó los ojos— Lo siento, ellos son Walker y Tanner.

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⏰ Última actualización: Jul 03 ⏰

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𝑰𝑵𝑬𝑭𝑨𝑩𝑳𝑬 - Wᴀʟᴋᴇʀ SᴄᴏʙᴇʟʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora