Quincena

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A Omar Govea se le estaba desbordando su vida, parecía que lo que había vivido en Europa se le estaba repitiendo nuevamente, no estaba en su mejor momento futbolístico y comenzaría a recibir acoso por la afición del Monterrey, sin contar que ya no era el chico alegre con sus compañeros de equipo, el solo hace su mejor esfuerzo en la cancha no solo para ser un referente con los Rayados del Monterrey, sino por su novio, Sebastián Vegas, aunque desde hace tiempo las cosas con ambos no estaban tan bien, sin embargo, Omar aun tenía la esperanza de que sus diferencias se solucionaran y estuvieran juntos como una pareja felíz.


Día 01

Una mañana en el Centro de Entrenamiento "El Barrial" el equipo del Monterrey estaba tomando un breve descanso antes de continuar con el entrenamiento, Sebastián se acercaría a hablar con Omar.

— Voy a salir esta noche, con Erick, llegare un poco tarde — diría el chileno mientras toma un poco de agua.

— No te preocupes, yo capaz y salgo con Romo y Gallardo, me invitaron a salir — responde Govea con un tono algo serio.

— ¿De verdad? Eso esta bien, haría bien que te distraigas un poco — le contesta Vegas dándole una palmada en su hombro.

Omar sonríe levemente, aunque por dentro se sentía nervioso.

En la noche Sebastián se despediría de Omar pero ya no le daría un beso, algo que noto Govea, rato después, el potosino terminaría de arreglarse, y saldría con Romo y Gallardo a un bar, lo que no se esperaba, es que traerían a alguien más, que sería Jorge "Corcho" Rodríguez, con quien a veces es buena dupla con el en el mediocampo, desde cuando llego al equipo, Omar sentía de una cierta atracción hacia el argentino, había algo de el que le llamaba la atención, sin embargo, el siempre respeto su relación con Sebastián,  pero esa noche sentía que algo en él había cambiado, se sentía más distante, más frío, y eso le preocupaba.

— Omi ¿Que deseas tomar? — preguntaría Jorge con amabilidad.
 pero esa noche sentía que algo en él había cambiado, se sentía más distante, más frío, y eso le preocupaba.

Govea se sorprendió, pues Corcho lo llamo Omi, un apodo que solo Sebastián le decía y lo hacía sentir querido.

— Solo una cerveza, por favor — responde Omar con una leve sonrisa.

Mientras disfrutaban de la noche, Omar notaba como cada vez más se sentía a gusto con la compañía de Jorge, compartían risas y conversaciones interesantes. Al final de la noche, Jorge se ofreció a llevar a Omar de regreso a su departamento, lo que hizo que Govea se sintiera un poco nervioso pero al mismo tiempo emocionado.

— La verdad me la pasé muy bien con ustedes — diría el del dorsal #05 del Monterrey con una sonrisa amplia.

— Me alegra mucho Omi — contesta Corcho devolviéndole la sonrisa.

Omar se sonrojaría un poco, cada que Jorge lo llamaba así sentía un cosquilleo en el estómago que no se podía explicar.

— Gracias por traerme Jorge — dice Govea antes de entrar a su departamento.

— Puedes contar conmigo en lo que necesites Omar — responde Jorge dándole un abrazo y un beso en la mejilla.

Govea se sorprendería y volvería a sonrojarse un poco, agregándole que sentiría mariposas en su estómago.

Después de despedirse de Corcho, entraría al departamento y vería que aún no llegaría Sebastián, pero por primera vez no sentiría la misma sensación que sentía al esperarlo. Antes de irse a dormir, Omar le enviaría un mensaje a Jorge agradeciéndole por el buen rato que pasaron.

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𝐅𝐨𝐫𝐭𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 (𝐑𝐚𝐲𝐚𝐝𝐨'𝐬 𝐕𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora