Mierda.
-Ey, tú, aprende a vestirte, Cruella de Vil -me espetó el la cara uno de esos subnormales-.
-Y tú aprende a cerrar un poco esa boquita, criajo -le solté, devolviéndole la jugada-. Y, para tu información, Cruella de Vil viste mejor que tú -salí pitando de allí, pasaba de montar un numerito a hostias. Pero, si hacía falta, adelante-.
Mi vida era algo así, todos los puñeteros días. Entrar al instituto, recibir acoso y salir.
Cuando salí de allí, estaba diluviando. Menos mal que estaba a dos minutos de casa, porque sino cogería el catarro de mi vida. Empecé a correr y llamé al timbre de mi casa.
-Hola, Paula -me dijo mi madre, nada más entrar por la puerta-. ¿Qué tal ha ido el instituto?
-Hola mamá. Como siempre, lidiando por los gilipollas de mi curso.
-Esa boca.
-Lo siento...
-Bueno, tengo que hablar contigo -cómo asustarme con cuatro palabras-. A ver... Llevas muchos años recibiendo acoso y... Nos vamos a mudar a Menorca y vas a ir a un nuevo colegio.
-¡Bien! ¡Vamos!
-¿Te alegras? -preguntó mi madre, sorprendida-.
-Sí, y mucho. Este instituto es muy monótono, quiero cambiar de aires, hacer amigos. Apuesto a que en ese instituto al que vaya no me acosarán ni se meterán conmigo.
-Bueno, pues no me a supuesto ningún problema decírtelo -rio mi madre-. Pues de vuelta al cajón los pañuelos.
-Vale, ronda de preguntas.
-Dispara.
-¿Cuándo nos vamos? -empecé por la pregunta más obvia y básica-.
-Pasado mañana por la tarde. Mañana es tu último día de clase.
Asentí como respuesta y proseguí:
-Por lo tanto empiezo el instituto el viernes, ¿no?
-Correcto.
-Me podrás enseñar el pueblo cuando lleguemos, ¿verdad? -pregunté, nerviosa-.
Puede que sea una persona dura, pero es que nunca me he mudado y me supone una nueva y extraña experiencia.
Al ver mi preocupación, mi madre me consoló:
-No te preocupes, yo e pequeña me mudé seis veces y aquí estoy.
Bueno, pues allá vamos.
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Mentiras Verdaderas
RomancePaula Parker es una chica sin amigos. En su antiguo colegio de Zaragoza, no estaba cómoda, así que se mudó a Menorca. Allí, conoció a un grupo de chicas que solo la aceptaban con unas condiciones. Luego está Johnny Bonnet, un estudiante del Albares...