Oh Taylor || Factor R

04. L

Rivers salió rápidamente de su salón para dirigirse al comedor.

─ ¡Maldita sea Rivera! Espérame. - Gritó Ari empezando a perseguir a su amiga, aunque la alfa menor era más rápida.

Al llegar Rivers se sentó en la mesa más cerca de donde estaba Rocio, una Ari agitada y cansada llegó momentos después.

─ La próxima vez que corras. - Hizo una pausa larga para tomar aire ─. Te voy a cortar tu- No pudo terminar pues alguien la abrazó por detras haciendo que estuviera a punto de caerse.

─ Hola Ari bonita - La castaña volteó encontrándose a Nuvia, una omega castaña y bastante linda para ser sinceros.

─ No vuelvas a hacer eso Nuvia, casi me parto la- Suspiró sin terminar lo que iba a decir para luego sentarse una vez por todas.

─ Lo siento mucho, Alfa.

La castaña se sentó a su lado casi como chicle pegado a un zapato.

─ Yo las dejo porque voy a ir con el amor de mi vida.

Rivers se paró de su asiento y se acercó sigilosamente a Rocio.

─ Hola Chio, quería ver si podía sentarme contigo. - preguntó la alfa tímidamente.

─ Oh, hola Rivers, pensé que hoy ibas a comer con Nuvia... Y con Ari. - la omega habló de una manera en la que parecía una novia celosa.

─ No, no. Está vez no voy a estar con Ari, quiero dejar que pase un rato con Nuvia. - La rubia estaba nerviosa, tenía la duda sobre si Rocio estaba enojada o era su imaginación ─. Sospecho que van a tener una cita

La castaña lo pensó un momento, el pensamiento de que Rivers y Nuvia tuvieran algo era muy tonto.

─ Está bien, siéntate - accedió con una pequeña sonrisa, al parecer la "Rocio normal" había vuelto.

Cuando Rivers se iba a sentar a su lado, Aldo llegó corriendo rápidamente empujando a la alfa.

─ Lo siento Samantha, en serio no me fijé. - Un Aldo avergonzado se disculpó rápidamente.

La rubia no le creyó y solo soltó un gruñido retador al alfa contrario, el cual no quería problemas por lo que no le siguió el juego.

Ari veía todo lo que pasaba a lo lejos, y al notar lo que su amiga hizo fue rápidamente hacia donde estaba.

─ Rivers, creo que es mejor irnos. - Agarró a su amiga alejandola poco a poco del pelinegro, en cualquier momento iba a ir contra el como un perro rabioso.

─ Rivers, Aldo no te empujó intencionalmente, no sé por qué te pones así.

Rocio defendió a su amigo haciendo que Rivers se enojara más.

Se fue casi corriendo de ahí soltando feromonas que detonaban su enojo e irritación.

─ ¡Rivers, espera! - Nuvia que veía todo desde lejos fue detrás de la rubia para intentar calmarla.

La omega castaña solo volteó los ojos al ver eso. El momento era todo un mar de celos.

─ Disculpen a Rivers, es que tuvo un día pesado. - Ari pidió perdón por parte de su amiga para luego salir corriendo a buscarla a ella y a Nuvia.

Rivers, Ari y Nuvia se encontraban en el parque.

Rivers fue porque quería despejar un poco su mente, Ari porque quería hacerle compañía a su amiga y Nuvia porque simplemente quería estar con Ari.

─ Me comporté como una idiota, ¿verdad? - preguntó la rubia con un tono apagado.

─ No.

─ Si.

La alfa y la omega respondieron cosas diferentes haciendo que se mirarán fijamente.

─ Digo, solo un poquito - la única omega del lugar se retractó.

Rivers sentía una fuerte combinación de sentimientos. Solo pensaba en que había arruinado las cosas con Rocio.

Tenía una larga lista de desamores que la habían terminado por lo mismo.

Y ahora había hecho pedazos sus oportunidades con la omega que le gustaba por lo mismo.

Y era de esperarse. Rocio era un hermoso sol y ella era como un rayo de lluvia.

─ Rivers, no te vayas a rendir por esto. Mañana pídele perdón a Aldo y listo - Ari intentó apoyar a su amiga, odiaba verla tan decaída.

─ No es tan fácil, Ari.

─ Hazle caso a Ari, Rivers. Yo conozco a Rocio y se que ella comprenderá tu error - Aconsejó Nuvia después de un buen rato estando de colada.

Le haría caso a sus amigas, se disculparia con Aldo y también con su linda Chio.