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Día con día, la relación de Izo y Thatch iba tomando cada vez más confianza, aquel día ambos llegaban a casa, el más alto de un duro día de trabajo, Y el menor de un día escolar.
El más alto se quitó el chaleco y tomó la mano de su pareja.

— Ven conmigo -

Lo arrastro hasta el sofá, donde lo abrazo, comenzó a oler su aroma, y en el transcurso soltaba feromonas.

— ¿Pasa algo? - pregunto el más chico.

— El día de hoy fue estresante. Demasiadas reuniones y muchas feromonas de omega -

— Ya veo, debe ser agotador - acarició suavemente su cabello.

El castaño soltó un pequeño gruñido de satisfacción, después de algunos minutos el más alto se separó y miro a su pareja, a sus ojos era hermoso, se levantó y subió a la habitación. Después de algunos minutos el azabache subió a descambiarse.

— Izo... ¿Tomamos una ducha juntos? - le abrazó por la espalda.

El menor se ruborizó y con la cara superroja dijo que sí.
Prepararon sus ropas y ambos entraron al baño. El menor empezó a desvestirse dejando a la vista del menor, su cuerpo bien trabajado, dejando ver algunas bronceadas y otras no tanto.
El menor quito poco a poco su ropa dejando su piel pálida a la vista, desató su coleta dejando que su cabello dejara ver bien su largo, que era abajo de la espalda.
El más alto miro al menor, y cuando se quitó la ropa interior, trato de mantener la compostura, quitó su bóxer y ambos entraron a bañarse.

El agua golpeó sus cuerpos, el menor tomo de la cintura a su pareja y sonrió un poco.

— Eres muy lindo - murmuró en su oído.

— Muchas gracias -

El más alto acaricio su cuerpo, poco a poco sus besos bajaron a su cuello.

— Izo, por favor... quiero hacerlo -

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HISTORIA DESDE LA PERSPECTIVA DE THATCH

Desde niño, su padre le había enseñado a ser un Alpha comprensivo y amable, cuando cumplió 12 años, perdió a su madre. Y él empezó a estudiar. Con el tiempo, a la corta edad de 18 años, abrió una empresa, y estudiaba y trabajaba.
Su empresa tuvo éxito... todo era color de rosa, tenía una pareja, trabajo estable, familia, todo era perfecto.

Hasta qué... encontró a la mujer que tanto amaba, siéndole infiel con su secretario. Desde ese día el hombre había empezado a ser frío. Hasta aquel día... miró a lo lejos a un precioso omega de cabellos largos negros, su piel era blanca y hermosa, su cuerpo era delgado haciéndole encantador y sus ojos oscuros le hicieron su corazón Latir.

Cada día, ese hermoso omega pasaba por su empresa, a la misma hora, de lunes a viernes. Ver a ese omega era su motivación de la semana, hasta que un día escuchó un rumor en su empresa sobre ese omega.

— ¿Has visto al omega de cabello largo que pasa siempre? -

— Sí, descubrí que su padre es un borracho que lo sobreexplota -

— pobre chico -

Después de ese día, el más alto comenzó a verle, hasta que un día miro, un fuerte moretón en el ojo del omega, eso hizo su sangre arder. Empezó a investigar sobre el omega, hasta que pudo localizar a su padre. Empezó a hablar con él, hasta que le dio la oferta por su hijo, volviendo a la Actualidad.

Allí estaban ambos, en la regadera...

— Izo, por favor, quiero hacerlo -

Izo estaba ruborizado, no tenían mucho juntos, y aunque estaba cómodo al lado del más alto, se dio la vuelta y se colocó de puntillas

Un mundo anormal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora