Quién iba a pensar que la maestra de artes sería tan compresiva con la sexualidad de los jóvenes en sus clases.
la clase comenzó con una charla sobre los tipos distintos de expresión artísticas, las cuales son sorprendente extensivas, Demian pensaba que se dividían en arte abstracta y realista, pensó que eso era todo, aunque mentiría si dijera que le interesaba aprender en esta clase, pero no pensaba dejar que una clase tan sencilla le diera mala nota para su promedio; no era el mejor pero era bueno, definitivamente no lo perdería.
comenzó a enfocarse en las ocasionales bromas que soltaban tras el respecto a la clase, era bueno para evitar dormirse a pesar de las cortinas cerradas y los focos apagados para usar el proyector.
-algo que muchas personas expresan en sus ilustraciones es el deseo- explicó la maestra- no siempre de manera sexosa, si no más bien como un sueño, una meta incluso
-en el arte, cada espectador puede darle un significado único y personal, también pueden ver en ciertos casos, sueños y metas. la imaginación es el límite.
-y cómo sé que un garabato no es arte?
- bueno, es algo difícil de decir en pocas palabras, un garabato a veces no expresa un sentimiento o sensación, pero incluso una técnica de dibujo se basa en garabatos, así que bueno, no hay una mano que dicte que es arte o no, que es bello o no, aunque hay ciertos canon, eso es verdad- habló la maestra, viajando entre algunas diapositivas continuas, demostrando comparaciones entre estilos de pintura y escultura- y respecto a decidirlo, son gustos, algunos lo consideran arte, otros, una pérdida de tiempo, pero son eso, gustos, por lo que es igual a decir que te gusta, tal vez, un color más que otro, si te gustan los chicos o las chicas, eso es parte de cada uno.
-entonces si a alguien le gusta un chico es arte?- eso no era arte, sobre todo si era un chico amando a otro, por qué las personas quieren eso? nunca lo supo, para colmo, incluso si no le agradaba el tema, debía exponer sobre eso en su ultima clase del día, lo difícil será no ser grosero, era algo muy complicado.
-bueno, no, como tal no, pero lo que si es... es una parte de ti, de tu personalidad, de tu formación sentimental y de razonamiento. está bien si te gustan los chicos, porque es parte de ti y es una pieza del rompecabezas gigantesco que te forma, Demian
¿Qué? Él gay? bueno, eso no esperó oírlo jamás, admite que nunca salió formalmente con una chica, pero ellas le atraían, no había forma de que el se sintiera atraído por un chico, que repugnante le sonó eso.
-no me ofenda maestra- se escuchó el eco de las risillas escondidas en todo el salón debido a aquello, porqué les parecía tan animado eso? dementes- a mi no me gusta eso
-bueno, y está bien, así como estaría bien que te gusten los chicos, también las chicas, creo que me estoy extendiendo de más, continuemos
quedó molesto, sus ánimos ya no dieron para simplemente oír algo, que tontería, el enamorado de algún chico? imposible. nunca se imaginaría queriendo a un hombre de esa manera, tomar la mano de un chico de esa manera, besar a un... debe dejar de divagar. No entiende cómo siquiera bromeaban con eso, sus amigos siempre le decían amargado por no bromear de esa manera con ellos, de una manera en la que el nunca le gustaría estar, simplemente incómodo.
por estar perdido en sus pensamientos no notó que la clase de artes terminó hasta que sintió una mano en su hombro derecho.
-Demian, amigo, no tendremos clase con la profesora Carmen, por qué no vamos un rato en la cancha? a esta hora está libre, podrían entrenar- era Liam, su amigo más cercano desde que están juntos en el salón de la preparatoria, ya se conocían de la primaria y fue agradable ver un rostro medianamente conocido, se llevan bien por su afición al futbol, a pesar de que Liam es más espectador y el mismo, más activo, siendo actualmente el jefe del equipo escolar
-ya me conoces, nunca me negaría a estar un rato en la cancha- guarda sus cosas y se levanta, tomando el balón que siempre carga. Ambos se dirigieron a paso tranquilo hacia las canchas de la escuela, al llegar se encontraron al equipo de la preparatoria calentando. Todos aman jugar así que estuvieron dispuestos a practicar sus jugadas un rato, también se divertían así que no hubo problema en reunirlos.
-hey, ¿también jugarás hoy, Liam? - se acercó al dúo un chico alto, bien parecido, con ropa deportiva
-no, yo no, solo vengo a verlos, y tú? - se ajustó los lentes mientras le sonreía levemente al chico, quien Asintió comprendiendo lo que le dijo el más bajo, mientras miraba hacia el resto- yo voy a jugar, después de todo esta clase es libre -mencionó. También está en el mismo salón que los otros dos, de hecho se sienta entre ambos, con Demian a su izquierda y con Liam a la derecha. A pesar de eso, no era que hablara demasiado con cualquiera de su clase, su mayor conexión fue Liam, con quien conversa recurrentemente.
Ambos se veían cómodos intercambiando frases simples, una conversación amena que era presenciada por Demian, quien se removía incómodo en su lugar, pasando su peso de una pierna a otra, no hablaba tanto con Emilio como para estar ahí. A pesar de sentarse juntos él nunca le dirige la palabra, de hecho, solo habla con Liam, por lo que intentar entrar en la conversación sería un fracaso.
Decidió irse, le molestó que, si el era quien iba con Liam lo dejó de lado por alguien más. Era ridículo, nunca le importó algo como eso, mejor ir con el equipo.
Vió caminar a demian hacia el equipo, decidiendo seguirlo- espera, ya vamos demian -junto a Emilio lo siguieron de cerca
Los tres llegaron y se separaron;Liam fue a las gradas, mientras que Emilio y Demian fueron a organizar al equipo.
Se dividieron en dos para hacer un partido. Dando comienzo una vez todos estaban repartidos entre dos lados
Los participantes corrían de un lado a otro, pasando la pelota con gran velocidad hacia sus compañeros y robandola al equipo opuesto. El primer gol se dio por parte de Demian, provocando vítoreos entre sus compañeros y algunas personas que estaban en las gradas, entre ellas, Liam.
°.•☆•.°
Vió cómo Demian metía el primer gol, emocionandose de sobremanera, levantando los brazos con felicidad, le agrada bastante ver aquellos partidos en los que puede felicitar a los participantes, sobre todo le agrada ver jugar a Demian.
Aquel chico se volvió su mejor amigo cuando se reencontraron en la preparatoria, donde conectaron por aquel gusto por el fútbol. A Demian le gusta jugar, y a el, verlo jugar, gran dúo.
Hace tiempo le comenzó a agradar en sobremanera el pasar tiempo con su amigo, tal vez es admiración, el si juega, y juega bastante bien, entonces le parece lógico todo el asunto de querer pasar tiempo con el.
Alguien tan opuesto a si mismo, pero a la vez tan parecido.
Se preguntaba si era amistad se convertiría en más, aunque fuese imposible.
Se removió en su asiento, bajando la intensidad de su emoción. El partido apenas empieza, uno nunca sabe qué esperar en un juego como este, como el fútbol.
1250 palabras
~AR
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Comienza El Partido
RomanceDemian y Liam solo son dos amigos que disfrutan del deporte, nada más allá. ¿cierto? Bueno, tal vez la vida no sea como uno espera *inserte algo conmovedor sobre ellos*