¿Te recuerdo? | Cassidy x Evan ⮚ FNAF AU

𝖼𝖺𝗉. OO9 | 𝐍𝐎𝐒𝐓𝐀𝐋𝐆𝐈𝐀

«Los muertos reciben más flores que los vivos porque el arrepentimiento es más fuerte que la gratitud.»

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Cada paso que daba, salpicaba un poco el césped. Había varias piedras, algunas más grandes que otras, todas adornadas con flores, testimonios de amor perdurable. Cada una llevaba inscrita el nombre de alguien que ya no compartía el aire que respirábamos.

La muerte resulta tan aterradora. Se lleva a las personas más queridas. ¿Por qué, en su mayoría, se lleva a los buenos?

¿Cuándo arrancas una flor del jardín, eliges la que está en plenitud o la que ya marchita?

Es irónico. Un día puedes estar charlando alegremente con alguien, y al siguiente, sin previo aviso, te llega la noticia de que...

La lluvia caía tan densa que no podía distinguir entre mis lágrimas y las gotas que empapaban mi rostro. Todo parecía tan húmedo y oscuro. Fue entonces cuando la vi, quieta, en una caja que ocultaba su rostro para siempre.

Evan y Michael... ¿Qué estarán sintiendo en este momento? Levanté la mirada un poco, los tres vestidos de negro, sumergidos en la misma oscuridad que nos envolvía. Un enorme vacío pesaba en mi pecho. ¿Qué estarán sintiendo ellos si yo me siento así? Me gustaría poder hacer algo más, pero me siento impotente. ¿Por qué todo tiene que ir tan mal cuando las cosas finalmente iban tan bien...?

Odiaba tanto ese sentimiento. Saqué mi sombrilla y la extendí, acercándome a Evan para cubrirlo, consciente de lo propenso que era a enfermarse. Sin embargo, no hubo ninguna reacción de su parte. No esperaba que la hubiera, pero... era tan desolador. Sus ojos carecían por completo del brillo que solían tener, un brillo que incluso en la oscuridad solía distinguirse. Había desaparecido por completo.

En su mirada se reflejaba angustia, tristeza, una mezcla de emociones tan abrumadora que resultaba difícil incluso intentar comprender qué pensaba. Anhelaba que me hablara, pero sabía que no podía.

De Michael, ni hablar. Nunca lo vi tan callado en mi vida. Al igual que Evan, era difícil entender qué pasaba por su cabeza. ¿Será que soy mala percibiendo a los demás, o simplemente estaban demasiado destrozados para expresarse? Aunque, a diferencia de Evan... en Michael se podía observar un atisbo de enojo, incluso aunque lo reprimiera. Mis padres estaban por allí, por supuesto, no iban a dejarme sola.

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Mientras me adentraba en el paisaje, cada paso era marcado por el suave crujir del pasto bajo mis delicados zapatos, creando una sinfonía natural a mi paso. Mis manos sostenían con ternura un modesto ramo de girasoles, cuyos pétalos amarillos vibraban en armonía con la luz del sol. A pesar de su modesto tamaño, irradiaban una energía que llenaba el aire a mi alrededor.

El sol, en su esplendor radiante, pintaba el cielo con tonos dorados, pero su calor no llegaba a ser abrumador. En medio de este paisaje, reinaba un silencio absoluto, como si el mundo entero contuviera la respiración para admirar el momento. Una sonrisa espontánea se dibujó en mi rostro, iluminada por los cálidos rayos del sol, mientras me sumergía en la serenidad del instante.

Me aproximé con paso pausado hacia aquella lápida de tamaño mediano, que se encontraba adornada con coronas de flores frescas y ramos cuidadosamente dispuestos. En sus letras talladas con precisión, se leía claramente el nombre "Elizabeth Afton, 1967-1979". Una frase cariñosa grabada en la piedra añadía un toque de ternura al ambiente: "Descansa en paz, Elizabeth, tu sonrisa sigue iluminando nuestro mundo".