CAPÍTULO 44 NOCHE ESPECIAL

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Jimin despertó por primera vez en la habitación de Yoongi ya que todas las veces que había estado con él en el departamento habían sido en la habitación blanca, esa que parecía ser infinita y que se encontraba en la planta baja.

Se incorporó y dejó reposar sus pies en la alfombra negra y gris, sintiendo la suavidad, sin pensarlo volvió medio cuerpo y vio a Yoongi profundamente dormido, no quiso despertarlo, porque sabía que debía estar agotado, su trabajo le exigía demasiado tiempo, sin embargo eso no era excusa suficiente para estar siempre dispuesto a llevarlo a  explorar el borde del universo.

Desnudo como se encontraba se puso de pie y se encaminó al baño, cómo era de suponerse este era en colores gris y negro un ejemplo de distinción, necesitaba renovar su cuerpo, por lo que entró a la ducha la cual era de cristal transparente, y abrió la regadera la cual estaba en estilo cascada, disfruto de la gran cantidad de agua tibia, usando los productos de baño de Yoongi, sumergiéndose en esos aromas que lo enloquecían y que sabía ahora se concentrarían en su piel.

Al salir tomó una bata de paño negra la cual le quedó sumamente grande, pero que necesitaba hacerlo, precisaba hacer su limpieza bucal, pero no recordaba donde había dejado su bolso, por lo que se enjuago la boca un par de veces, para después utilizar el enjuague bucal e hilo dental del chico, porque estaba seguro que su bolso se encontraba en la planta baja y ahí era donde tenía todo lo que había preparado para pasar el día domingo en este lugar.

Al salir del baño apagó la luz y cerró la puerta con cuidado adentrándose una vez más a la densa penumbra que reinaba en la habitación a consecuencia de las cortinas, imposible saber si el sol ya había salido, lo que logró comprobar cuando las colgaduras se separaron automáticamente unos centímetros, buscó con su mirada para cerciorarse que no había tocado ningún botón, pero recordó que Yoongi le había dicho que estas se abrían de a poco, sabía que sería molesto para quien durmiese que la claridad del día calase de golpe en el lugar.
Cómo no quería despertarlo prefirió tomar asiento en el sillón vino tinto y esperar, mientras lo observaba bañado por la poca claridad que se colaba en la habitación.

Él era un imán demasiado poderoso que aun estando dormido lo atraía con una fuerza inexplicable. La sábana blanca, lo abrazaba hasta el vientre dejando al descubierto su abdomen y pecho, admirarlo dormir era una experiencia única, recordando cuantas veces había muerto de deseo entre sus brazos, de haberse fundido en el cuerpo de ese ángel dormido, de haberlo hecho delirar con su calor y movimientos y el disfrutarlo hasta estar cansado, hasta no poder más, haciéndole tocar el cielo sin ningún esfuerzo, alcanzando el placer total, sintiendo de pronto celos de esa luz resbaladiza que lo acariciaba y danzaba en torno a las partes más  íntimas de Yoongi.

Su mirada se perdía en cómo su miembro despertaba poco a poco, cobrando vida, mas él se mantenía tranquilamente dormido, haciendo con esto despertar el deseo en el joven, quien mantenía su posición relajada sentada con las piernas cruzadas y una sonrisa se dibujaba en su rostro, mientras su codo descansaba en el posa brazo y sus dedos acariciaban su mejilla izquierda y recorrían sus labios y en su mente se despertaba el deseo de retribuirle toda esa espiral de caricias intimas que él más de una vez le ha ofrecido, respiró profundo para calmar el latir enloquecido de su corazón y tratar de reducir esa intensa llama que calcinaba su nuca, pero los impulsos de su vientre la obligaron a descruzar las piernas y ponerse en pie, estaba temblando, pues no sabía por dónde empezar, pero todo su ser le pedía a gritos hacer eso que tenía en mente, sin importar si lo haría bien o mal, sus pasos empezaron a acercarlo a la cama, lo hacía con el mayor cuidado posible, no quería despertarlo, hasta detenerse al pie del lecho.
Levantó cuidadosamente la sábana y se deslizó entre esta, colocándose de rodillas dejando una de las piernas del joven en medio, jaló lentamente el cordón del pijama, aunque a el le gustase dormir desnudo, él era más formal en ese aspecto.
La respiración en él cambio, por lo que se detuvo antes de estirar la tela y apenas sus labios dibujaron una sonrisa, como un niño a punto de cometer una travesura, él no despertó y nuevamente tomó el cordón terminando de desamarrar, tiró de la tela y se hizo espacio enfrentándose a una excitación que nunca antes había observado tan de cerca, Yoongi no era consciente de su estado, se encontraba placenteramente dormido, mientras el veía cómo una fina tela se adhería a la parte más prominente de su miembro y miles de colores nacían por primera vez, estaba seguro que esa erección llevaba su nombre, que aun dormido lo deseaba.

SELENOSIS AFABLE 1  YOONMIN (Saga Selenosis Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora