𝑯𝒂́𝒃𝒍𝒂𝒎𝒆...

11 1 0
                                    

Todo sucedió de forma repentina, nunca espero enamorarse de la chica que iba de intercambio, mucho menos que estaría rogando por recibir un simple mensaje de ella.  Su whatsapp siempre estaba abierto, esperando un mensaje de aquella chica tan hermosa en todo sentido que robó su corazón.

Día y noche anhelaba con desesperó un mensaje, un simple mensaje de esa chica.

Sus ojos miraban, anhelantes del ver una notificación de ella llegar.

Lucielle rogaba por recibir un mensaje, un mensaje de Alex, un solo mensaje necesitaba para que su corazón se callara. Su mente y corazón eran solo para aquella chica con las estrellas en su rostro, dolía saber que nunca más podría hablar con ella, rogaba que no sucediera así.

Entiendo que no puedo suplicarle una vez más

Sus ojos vagaban hacia su teléfono, esperando levemente ver una notificación llegar, cosa que no sucedió desde hace un año.

No se debía a la diferencia horaria, eso nunca las había detenido, pero las cosas habían sido completamente diferente a lo esperado. Hace un año todo era demasiado diferente.

¿Qué había pasado?

Ellas se llevaban bien y ahora ni se hablaban por ningún lado, todo se había arruinado y había sido su culpa.

Siempre se iba a arrepentir de haber confundido dos cosas completamente diferentes.

Una cosa es la amabilidad y otra completamente es el coqueteo.

Se había dejado llevar por su estúpido corazón que estaba sanando de su horrible relación pasada. Se sintió cómoda con ella y ahora aquí estaba.

Dándose cuenta que Alex nunca le dió indirectas ni señales de querer algo con ella, mucho menos de coquetear.

Alex siempre actuó con amabilidad hacía ella por su naturaleza, pero su estúpido corazón pensó que le coqueteaban y se dejó llevar de ese mensaje erróneo.

Necesitaba aprender mucho más.

Alex, una chica mexicana había llegado de intercambio a la escuela Karmaland, siendo la primera de América Latina en entrar en aquella escuela y sobretodo, ser la primera desconocida en agradarle al grupo tan característico de Karmaland

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Alex, una chica mexicana había llegado de intercambio a la escuela Karmaland, siendo la primera de América Latina en entrar en aquella escuela y sobretodo, ser la primera desconocida en agradarle al grupo tan característico de Karmaland.

En el lapso de los primeros meses en los que empezó el ciclo escolar, Alex ya se había ganado el cariño y la amistad de todos los de aquel característico grupo, pero sobretodo de Lucielle, la chica conocida por ser una emo y demasiado reservada.

Lucielle no dejaba que nadie se le acercará y sobrepasará su espacio, pero con Alexandra no existía ese límite; Lucielle amaba tener cerca a Alex, cosa que no pasó desapercibida por todos los demás, pero pensaban que simplemente era por amistad o algo así.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 25 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Háblame... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora