Amor prohibido [Kreacher x Ferli Yami]

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-Advertencia: Esta historia no busca ser seria en ningún sentido, es solo para entretenimiento y, hasta donde se, ninguna de las partes involucradas tiene problema con el uso de sus personajes, en caso de que alguno de los involucrados se llegue a sentir incomodo con la representación de sus personajes la obra sera eliminada. OOC (Out of character)-

El pequeño elfo miraba desde su lugar a la chica azabache, se le veía desconsentrada, perdida... Estaba en ese estado desde que había despertado, y comenzaba a preocuparle un poco.

—¿Ferli? —La llamo, sabiendo que no era propio ni adecuado llamar a la chica por su nombre considerando que era prácticamente su ama, pero la preocupación le gano más que las costumbres.

—¿Si, Kreacher? —pregunto la adolescente con voz ronca y apagada, efecto secundario de haber pasado toda la noche llorando hasta que el dolor en sus ojos termino mandandola a dormir.

—¿Necesita algo? puedo ir al pueblo a comprar lo que necesite —ofreció, sintiendose mal al ver a una persona tan querida en ese estado.

Era una molestia constante; el como la chica no era realmente apreciada por nadie a su alrededor, como todos la veían como un medio a algo, como... Como un objeto que podían usar a su benefició, simplemente le repugnaba, pero no podía hacer realmente nada, después de todo era un simple elfo.

El pequeño ser salió de sus pensamientos al notar el cambio de expresión en la chica, el como sus labios se curvaban en una leve pero hermosa sonrisa que, aunque fuera imperceptible, logro llegar a sus ojos y darles una pequeña chispa.

Kreacher no supo como reaccionar cuando la menor le regaló aquella linda sonrisita, sintió sus manos temblar levemente y su estomago "revolverse"; como el decía ya que sus conocimientos no llegaban lo suficientemente lejos como para saber de las mal llamadas "mariposas en el estomago".

—¿Puedes ir al pueblo a comprar más flus flus? ya se me acabo —pidió, con un tono de voz un poco más bajo que antes pero mirando con algo de cariño al elfo.

Luego de una semana encerrada ahí, simplemente algo en su cerebro reaccionaba con nostalgia y ternura cuando Kreacher se preocupaba verdaderamente por ella... Era el único que realmente se preocupaba por ella.

—Claro ama, ¿no necesita nada más? —insistió, pensando en que podría animar un poco a la chica.

—No, nada más, pero gracias Kreacher.

Aquella respuesta dejo insatisfecho al elfo, que solo asintió y salió de la habitación aún pensando en que podría traerle a la chica como un pequeño regalo. Después de todo, los millones de galeones que antes disponía la chica en el banco ahora eran completamente suyos, ella misma le había dicho que podía hacer lo que quisiera con ellos y planeaba tomar eso como una orden que seguiría a rajatabla.

Obviamente, la seguiría a rajatabla solo para hacer feliz a la chica y tratar de iluminar sus dias en aquel indefinido encierro.

Con aquella idea en mente, el pequeño elfo se retiró de aquel lugar alejado de la humanidad y comenzo su viaje con algunos atajos a los callejones del pueblo.

El flus flus seria fácil de conseguir, por que incluso cuando la chica no estaba supuesta a salir siempre terminaba ayudándola a escapar al bosque a... Divertirse, con algun pobre idiota que pensara que era buena idea entrar al bosque prohibido de madrugada, lo que significaba que tenía que conseguir más constantemente para la chica.

Aunque no tenía mucho problema con ello, nunca lo tendría. Haría lo que fuera por verla felíz.

Y así recuerdos comenzaron a cruzar por su cabeza mientras su cuerpo actuaba en automático.