Foreword

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[ < pleaseeee sam don't be stupid and
help me > ]

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— Deja de ser tan aburrida —

— No soy aburrida, solo quiero dormir un poco más. No es mi culpa que tengas una obsesión por el quidditch —

Juan golpeó mi brazo con fuerza mientras yo reía. La habitación de la torre de Gryffindor estaba impregnada del suave resplandor dorado de las primeras horas del día, mientras los primeros rayos de sol se filtraban tímidamente por las ventanas. Sabía que su obsesión por el quidditch no era la razón por la que me había despertado a las 5 de la mañana un viernes. Abril era la razón.

Abril, la niña mimada y obsesiva de Ravenclaw, sangre pura y con el ego por las nubes. Con su cabello rubio perfectamente peinado y su uniforme impecable, parecía haber sido sacada de un anuncio de revista de moda. Era la estereotípica princesa de la casa Ravenclaw, y su presencia en la escuela era una constante fuente de irritación para muchos.

Juan estaba tan enamorado de ella que resultaba molesto. Desde que Abril había llegado a Hogwarts, Juan no podía dejar de hablar de ella. Cada día era una nueva historia sobre cómo la había visto en el Gran Comedor o cómo había conseguido un autógrafo de su jugador de quidditch favorito para ella. Era como si Abril ocupara cada rincón de su mente, dejando poco espacio para cualquier otra cosa.

El propósito principal de despertarme tan temprano era que fuéramos a practicar con ella, pero siempre estaba rodeada de sus molestas amigas y Juan era demasiado penoso como para acercarse a ella en público. Así que aquí estábamos, sentados en la mesa del comedor, mientras Juan intentaba armar valor para hablarle.

No quería practicar quidditch tan temprano y mucho menos con Abril, pero Juan era muy persistente. Después de varios intentos fallidos de convencerme de que me levantara, finalmente cedí ante su insistencia y me levanté de la cama con un suspiro resignado. No es que tuviera algo en contra del quidditch en sí, pero prefería mil veces pasar una mañana tranquila en la cama que lanzando quaffles a través de aros flotantes.

Juan dejó de mirarme para concentrarse en la chica rubia y yo empecé a comer mi cereal más rápido, sabía que en cualquier momento Abril podría terminar y Juan me obligaría a seguirla. Cada vez que Abril se levantaba de la mesa, Juan parecía estar a punto de levantarse y seguirla, pero luego se quedaba sentado, como si estuviera atado a su silla por algún hechizo invisible.

— Tengo una idea — Juan gritó cerca de mi oído, sacándome un susto. Estaba sonriendo como si fuera un maldito psicópata.

— ¿Cuál? — no lo miré, pero tenía toda mi atención. Una de cada diez ideas que tenía Juan eran buenas, y esperaba que esta sí lo fuera porque la última vez que no lo fue, estuve dos meses en detención con McGonagall.

— Estaba pensando en que tú y Ari son pareja en posiciones... — iba a interrumpirlo, pero él habló más rápido — y antes de que digas cualquier cosa, sé que la odias.

Lo miré mal, esperando que soltara la idea.

>> Bien, mi idea es que tú puedas acercarte a ella y ser su amiga. No tienen que ser mejores amigas ni nada, solo lo suficientemente cercanas para que le hables de mí.

>> Abril es muy mala en Defensa contra las Artes Oscuras y tú tienes sobresaliente. Puedes decirle que la vas a ayudar a estudiar.

Juan parecía radiante de entusiasmo.

— No lo haré, es oficialmente la peor idea que has tenido —

Por favor, Sam, no seas estúpida y ayúdame. Sabes que me gusta mucho y no sé cómo acercarme — Juan se apoyó en mi hombro, fingiendo llorar.

— No, Juan, no voy a hacerme amiga de una bully, manipuladora y creída solo porque te gusta — Juan puso su cara muy cerca de la mía, tratando de que aceptara, pero sus técnicas no funcionaban conmigo.

— Sam, soy tu mejor amigo y sé que me quieres y que harías todo por mí... ¿Qué quieres a cambio? — Pensándolo mejor, algunos favores podrían servirme.

— Deja de mirarme tan cerca, es raro — Juan se alejó aún mirándome, esperando una respuesta. Lo pensé un minuto más y decidí.

No podía ser tan difícil acercarme a Abril si la veía casi todos los días.

— Quiero que hagas mi tarea de Herbología y Historia de la Magia por el resto del año, y me darás las ranas de chocolate que te mandan tus padres en Navidad — Juan sonrió feliz y luego me abrazó.

Estuvo casi sobre mí un buen rato hasta que se dio cuenta de que su amada Abril ya estaba yendo a entrenar y saltó de su asiento. Acomodé mi cabello y me levanté para seguirlo hasta el campo de Quidditch.

Cada momento que pasaba, estaba más asqueada con la idea de hablar con Abril. Su actitud arrogante y sus constantes burlas hacia los demás estudiantes la convertían en alguien difícil de tragar. No quería ser amiga de esa diva, pero ya era un trato.

Me esforcé por mantener una sonrisa en el rostro mientras caminábamos hacia el campo de quidditch, tratando de prepararme mentalmente para lo que vendría. La idea de tener que acercarme a Abril y entablar una conversación amistosa con ella me hacía sentir nauseas. Pero tenía que hacerlo por Juan.

Una vez en el campo de quidditch, Juan se apresuró a saludar a Abril y a sus amigas, dejándome sola al borde del campo. Observé cómo se acercaba a ella con una sonrisa nerviosa en el rostro, mientras Abril lo miraba con una mezcla de curiosidad y desdén.

Decidí que lo mejor sería acercarme a Abril cuando estuviera sola, para evitar cualquier situación vergonzosa y innecesaria.

Ya no aguantaba y lo subí ahora, perdón si tiene errores

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Ya no aguantaba y lo subí ahora, perdón si tiene errores

— Matty
D
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t a la grande de: pandeluxegg

ᘏ • 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐐𝐔𝐈𝐃𝐃𝐈𝐓𝐂𝐇 | 𝐑𝐈𝐕𝐀𝐑𝐈 𝐀𝐔 • ᘎ (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora