Jungkook comenzó a despertar al sentir a un inquieto Tae dándole besos en los labios, se hizo el dormido porque le gustaba que Tae hiciera eso pero no pudo evitar reír ligeramente, sintiendo un golpecito en el pecho
Th: ¿Ya estabas despierto?
Jk: Me despertaste con tus besos amor
Th: No te creo, te acabas de reír
Jk: Entonces no me creas
Jungkook agarro desprevenido al menor y en un veloz movimiento puso a Tae sobre su pecho y rosando sus labios
Jk: Buenos días mi lindo enojon
Tae lo ignoro y simplemente apoyo su cabeza en el pecho de su esposo
Jk: Tae...
Th: Mmm?
Jk: Tengo hambre - Puchero
Th: Yo también... iré a hacer el desayuno
El menor intento levantarse pero los brazos de Kook se lo impidieron
Jk: Vallamos a comer, hoy es mi día libre y me gustaría ir a pasear contigo cariño
Th: Es mejor que descanses...
Jk: Pero yo no quiero - Beso - No he pasado tanto tiempo contigo, me gustaría aprovechar cada fin de semana que estoy libre para estar contigo, no estar encerrado en casa
Th: Eres un terco, amor
Jungkook salió con una camisa camisa negra y unos pantalones del mismo color
Tae salió con una playera blanca y unos pantalones grises ligeramente sueltos
Bajaron a la sala, y en la entrada comenzaron a ponerse sus zapatos, Jungkook agarro las llaves del deportivo y dejo salir a Tae antes para el poder cerrar la puerta con seguro
Ambos se subieron al carro, Tae en el de copiloto y después entro Jungkook
Jk: ¿No se olvida nada? ¿celulares?
Th: Nop, aquí traigo el tuyo también
Jk: Bien
Jungkook encendió el auto y no tardaron en avanzar
Tae no apartaba la mirada del camino, de vez en cuando volteaba a ver a Kook para darle un beso en la mejilla
Th: Me gusta darte besos
El mayor sonrió ante sus palabras y tomo su mano para llevarla hacia la palanca de velocidades junto a la suya, dándole besos cada cierto tiempo
Jk: Tu mano es muy pequeña a diferencia de la mía -Despego su mano del volante al quedar cerca de un semáforo
Y era cierto, las manos de Kook eran grandes y las venas resaltaban de estás, y las de Tae eran delgadas y pequeñas
Los anillos resaltaron, ambos sonrieron
Después de unos minutos llegaron a un restaurante lujoso, Tae se sorprendió al ver el gran lugar
En medio había una barra de recepción con un gran cilindro lleno de botellas de vino, alcohol y algunas otras cosas
Entraron y un montón de hombres trajeados los recibieron con una reverencia
X: Nos alegra que vuelva señor Jeon...¿Tiene reservación?
Jk: Hola, y no, está vez no la hice
X: Está bien, pase por aquí
Jk: Ven -Tomo de la mano al menor