[𝙼𝙸𝙽𝚂𝚄𝙽𝙶] 𝙳𝙴𝙼𝙾𝙽'𝚂 𝙻𝙾𝚅𝙴 ✦

✦ 2 ✦ - 𝙲𝚊𝚜𝚝𝚒𝚐𝚘

Alguien estaba tocando la puerta sin siquiera tomarse un pequeño descanso, Jisung había visto cosas muy raras en el infierno, pero, cómo era posible que no sintieran dolor en los dedos? Aún no quería levantarse pero se vió obligado a hacerlo, los golpes en la puerta eran tan constantes que empezó a preparar sus puños para pelear. Abrió la puerta y se espantó.

– Tú quién e-... Veinticinco?

– Así es, SEÑOR Veinticinco para ti.

– Y ese disfraz tan ridículo? Aún no es Halloween.

– Hal... Qué?

– Ugh, no importa, dime a qué viniste.

– No te lo diré, sígueme.

– Aún quiero dormir.

– No te pregunté, te estoy diciendo que me sigas, es una orden.

– No me importa. Eso se llama abuso de poder.

– Ja, no me hagas reír, tú crees que aquí en el... Ummm... INFIERNO nos importa eso? No, de hecho estoy haciendo las cosas perfectamente bien.

– Y cuál es precisamente el propósito de hacerme levantar tan temprano?

– Hacer que te acostumbres a ser atormentado, cuál otro sería?

– Te odio.

– Me alegra. Ahora, saca tu trasero de ahí antes de que te jale de las patas.

– Ya voy – rodó los ojos.

Salió y empezó a seguir al Demonio, quien lo llevó hacia una sala que no había visto. Dentro había 6 personas más, todos formados uno al lado del otro. No conocía a nadie, excepto por la última persona de la fila.

– Jeongin?

El menor volteó a mirarlo con disgusto.

– Me llamo Doce, igualado. Y tú eres... – lo analizó y su expresión cambió rápidamente a una sonrisa. – Ah! Fuckkie!!!

– Sí... Soy yo.

– Dejen de hacer desmadre y escuchenme bien – el demonio de pelo rojo los interrumpió – ustedes son las personas que me trataron mal cuando era recepcionista, es por eso que hoy recibirán su castigo.

– Esto es como lo que veía mi abuela en su teléfono. "Lo humillan siendo recepcionista pero se llevan una gran sorpresa" – Jisung se comenzó a reír.

– Ay sí, muy gracioso, pero espérate y te arrepentirás.

– Luzco arrepentido? – el castaño lo miró con desafío.

– Obviamente no, pero vas a entrar ahí y saldrás arrepentido.

Veinticinco los dirigió hacia la recepción del infierno y colocó frente a ellos unos botes negros.

– Como podrán notar, la pintura está cayéndose, y hay mucho polvo. Además los bebés demonio han pintado las paredes con colores claros y se ve horrible. Doce y Jison, ustedes van a pintar todas las paredes, y el resto van a limpiar los pisos.

– Y por qué sólo nosotros dos?

– Porque ustedes fueron los peores.

Jisung lo miró con el ceño fruncido, con una pinta de confusión.

– Insinúas que este... Niñete fue más malvado que esos tipos mamados?

– No lo subestimes.

– No te preocupes Fuckkie, tú me caes bien pero este imbecil colmó mi paciencia, yo estuve por golpearlo... Quítale ese ridículo disfraz y hallarás un rasguño salvaje en su hombro.