「Manos Atadas」(Isagi x Bachira) [Blue Lock]

𝐁𝐚𝐜𝐡𝐢𝐫𝐚

Bachira 

Barcelona ― Agosto 28 °C

―Hola. ―murmuró recostándose en su cama viendo como las gotas de su cabello mojado caían y se perdían en las sábanas. Estaba nervioso, debía concentrarse en algo primero.

―Hola. ―escuchó al otro lado de la llamada.

Era la primera llamada que hacían y Bachira se sentía más ido que de costumbre. Sintiendo aquel cosquilleo en la boca del estómago desde que el pitido de la llamada empezó. Como si nunca antes hubiera escuchado su voz, como si nunca se hubiera mensajeando con Isagi desde que retornó a Alemania. Y si no tenía razones para sentir esa mezcla de emoción y miedo ¿Por qué se sentía así?

Aunque no tenía tiempo para organizar su cabeza, no quería quedarse colgado en medio de la llamada.

― ¿Y qué tal te fue hoy? ¿Noel Noa fue muy estricto? ― atinó a decir en lo que retornaba a su propio campo de juego, tratando de concentrarse en su propia voz mientras daba círculos con su dedo alrededor de las gotas esparramadas en la cama.

―Lo usual siendo sincero, aunque me duelen los músculos. ―dijo Isagi a los segundos.

Podía escuchar su respiración pegada al micrófono, se sentía cerca.

―Entiendo, estoy igual algo adolorido. ―respondió sintiendo lo tensos que se encontraban sus muslos; no obstante, una sonrisa se le vino al recordar la razón― Aunque un poco más de lo usual que a ti porque Lavinho me hizo dar un par de vueltas de más por llegar tarde.

― ¿Sueles llegar tarde? ―su pregunta le hizo reír. Un pequeño sonrojo adornó sus mejillas.

―A veces, más o menos, me da algo de vergüenza admitirlo. ―respondió recordando algunas de sus mañanas donde corría de un lado a otro para no llegar tarde― Es que tengo el sueño pesado, eso es todo.

― ¿Y no te metes en problemas por ello con Lavinho?

―No, nada que ver; luego nos reímos como locos en las bancas. ―admite escuchando una pequeña risa por parte de Isagi.

― ¿Y a qué hora sueles ir a entrenar entonces?

―Alrededor de las 8 ¿Por? ―pregunta interesado.

Recién nota como los nervios del comienzo se esfumaron. La sonrisa se le amplía ante el detalle.

―Oh, yo también. ―responde. Bachira puede sentir que quiere decir algo, así que se queda en silencio para que pueda continuar, pero no dice nada.

― ¿Pasa algo? ―vuelve a preguntar un poco más juguetón escuchando un balbuceo nervioso por parte de Isagi. A veces sentía que era gracioso ponerlo así, incluso tierno.

―Bueno, como también tenemos el mismo horario de entrada, me preguntaba si quisieras que te marque, ya sabes, por si tu alarma no te despierta.

Lentamente Bachira se sienta en lo que escucha su propuesta. La sorpresa se mezcla con los nervios y solo puede sentir como aquel calor que sentía en el pecho sube a su rostro. No sabe qué pensar realmente otra vez, pero la sonrisa que tiene no se le borra.

―Sí. ―apenas dice una vez siente el aire volver a su ser, no habiendo notado que había estado aguantando la respiración―Sí, me parece genial si no te molesta.

Sin embargo, la sensación extraña de guardar sus distancias regresó a él como un choque de realidad, no entendía la emoción por algo que un amigo podría ofrecer. ―Un amigo, solo un amigo― pensó para sí mismo, casi como si fuera una autoafirmación que no quisiera hacer.

―No me molesta, Bachi, tranquilo. ―su respuesta lo calma. Sonríe aliviado.

―Genial, entonces desde hoy serás mi alarma personal, Isagi. ―escapa una risa nerviosa y puede escuchar como Isagi lo imita. Le gusta escucharlo reír, piensa.

Ya para el resto de la noche hablan como aquella primera vez, sin matices y de manera suelta; tan fácil que era reconfortante.

Y con el pasar de los minutos y los nervios yendo y viniendo, Bachira solo puede sonreírle al teléfono con cariño, ignorando por completo el mal presentimiento que poco a poco iba carcomiéndole por dentro.

Era cuestión de ignoraro torturarse, y decidió lo primero por ahora.

★・・・・・・・・★・・・ღ・・・★・・・・・・・・★

Eso es todo por esta semana ¡Gracias por leer! Muak

(Limy Alaaya)