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Ambas chicas habían trabajado todo el día, sus rostros reflejaban un cansancio profundo. Además, la constante persecución de los paparazzi había sido agotadora. Jan Di, visiblemente frustrada, estalló:
—Nunca pensé que seríamos acosadas por los paparazzi, ¡y todo por una maldita entrega! Estoy harta de la escuela Shinhwa y ya empecé a odiar a los F4, ¡y ni siquiera los conozco!
Ji Woo, también exhausta y con una expresión de abatimiento, simplemente la miraba.
—Ji Woo, di algo —insistió Jan Di, su voz cargada de desesperación.
—¿Qué puedo decir? Yo también estoy cansada de estar huyendo de los paparazzi —respondió Ji Woo con un tono cansado. Al llegar a la tintorería, estacionó su moto con una resignación palpable, y ambas chicas entraron, buscando desesperadamente un respiro de la agitada jornada.
Al entrar a su hogar, Jan Di y Ji Woo quedaron atónitas al ver a sus padres acompañados por un hombre elegantemente vestido. El padre de las chicas, con una mezcla de nerviosismo y emoción, se levantó con una risa tensa.
—¡Oh, son ellas, justo a tiempo! —anunció mientras el hombre, que claramente representaba a una figura importante, los observaba con expectación.
—Jan Di, Ji Woo, saluden por favor —dijo el padre, su ansiedad palpable. —Este señor viene de parte de la directora del grupo Shinhwa.
El elegante visitante, con una sonrisa profesional, saludó a las chicas.
—Al fin conozco a la famosa Chica Maravilla y su Ayudante —comentó el hombre, causando que Ji Woo hiciera una mueca ofendida.
—Mucho gusto —respondió Ji Woo, su incomodidad evidente.
—Nosotras no lo empujamos, la verdad es que fueron esos F4 o como les llamen —intervino Jan Di nerviosamente, mirando al hombre con preocupación. Ji Woo, visiblemente cansada, guardó silencio.
—No vine por eso —explicó el secretario, intentando calmar la creciente tensión en el ambiente.
—Miren, niñas, sé que todo esto las tiene confundidas o sorprendidas, pero tengo noticias excelentes. Mañana asistirán —anunció, mientras los padres y el hermano pequeño se acercaban emocionados para exclamar juntos —¡A la escuela Shinhwa!
Jan Di y Ji Woo quedaron paralizadas por la sorpresa mientras su familia celebraba con entusiasmo. La noticia las había dejado en estado de shock.
—Sí, la directora se impresionó tanto con ustedes que pretende darles una beca especial —dijo el secretario, su tono lleno de entusiasmo disimulado. La familia continuaba celebrando, mientras Jan Di y Ji Woo intentaban asimilar la noticia.
