𝑸𝒖𝒆𝒆𝒏 𝑶𝒇 𝑻𝒆𝒂𝒓𝒔 - Prólogo

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“Arreglo de divorcio.

Por medio de la presente, la apoderada Baek T/n, quién es abogada, identificada con el número de documento ******** solicita al estado gubernamental de La República de Corea por causa inequívoca e irrevocable la anulación inmediata de la unión civil matrimonial con la Señorita Minatozaki Sana, quién es ceo de EMPRESS Corp., identificada con el número de documento ********, ambas partes están de acuerdo con respetar la cláusula de separación de bienes pre establecida y a no pedir bienes económicos o inmuebles después del acta de separación, así como descartar la pedida de manutención conyugal [...]

—Esto es ridículo -la azabache suspiró profundamente a la par que dejaba de lado su teléfono y veía la hora, 22:55, ¿Por qué estaba despierta hasta tan tarde?

Su cabeza comenzó a doler a la par que escuchaba pasos lentos y el ruido de tacones pasar por el pasillo hasta detenersen en su puerta, la azabache esperó hasta que, un par de segundos después, la puerta fue abierta y una mujer de cabello largo castaño entró, con sus brazos cruzados y la espalda recta hasta quedar frente de si.

Nadie decía absolutamente nada, el silencio incómodo y la guerra fría de miradas eran suficiente comunicación.

—¿En dónde demonios estabas? -esta preguntó, aún cruzada de brazos y viendo fijamente a la contraria- Se suponía que tenías que estar en la reunión con mis padres después de salir del trabajo Baek T/n.

La nombrada suspiró profundamente, cerró la laptop y miró a la contraria con cansancio.

—Es reunión familiar, no tengo que estar ahí -respondió- Salí temprano, no tenía deseos de estar en ningún otro lugar.

La castaña rió con sarcasmo. —Tienes que estar ahí, te guste o no estás casada conmigo y eso te obliga a estar en dónde yo esté -esta aseguro alzando el mentón y dando una mirada de autoridad- Preguntó otra vez. ¿Dónde estabas?

T/n cerró los ojos y aguantó las ganas de soltarse a llorar ahí mismo, está tragó duro y agachó la mirada.

—Ya te lo dije Minatozaki, estuve todo el maldito día en la oficina y luego salí temprano, he estado encerrada aquí todo el día desde que llegué solo por qué no quiero ver tu rostro o soportar las quejas de tu familia, ¿Es tan difícil de entender? -esta respondió, la contraria solo guardó silencio- No soy tu esclava Sana, ni tu secretaria. Soy tu esposa y merezco tener mi propio tiempo a solas lejos de todos ustedes y de sus problemas de mierda.

Ella se quedó firme, y aunque en su interior sentía que sus piernas estaban a punto de ceder, está lo ignoró y se apoyo de la mesa del escritorio para no caer.

—Quiero que estés abajo en cinco minutos para cenar.

T/n bufó incrédula.

—No quiero comer nada Sana, no tengo hambre.

—Y yo creo que te dije algo, ¿No? -preguntó mientras se daba la vuelta para irse- Si no estás abajo en cinco minutos lo tomaré como comportamiento hostil y vas a tener muchos problemas Baek, estás advertida.

—Sana.

—Ya dije.

Y sin más está salió de allí cerrando la puerta con calma haciendo contraste con la severidad de sus palabras.
La azabache finalmente cedió y se dejó caer en su silla. Las lágrimas comenzaron a descender por su caliente rostro al tiempo que su teléfono se encendió dejando ver un mensaje entrante, muy seguramente de su esposa que le advertía de lo que le pasaría si no aparecía en el comedor en los próximos tres minutos.

Está, con su infelicidad a flor de piel y con el rostro húmedo por las lágrimas suspiró profundamente mientras soltaba un sollozo algo fuerte, secó sus lágrimas con la manga de su suéter y recogió la poca dignidad que aún tenía para salir con la frente en alto de su oficina.

Al bajar por las escaleras y llegar al lobby del primer piso saludó a los empleados del servicio que estaban a su paso y entró a la habitación designada para el comedor y se sentó en el extremo contraria al de su esposa, quedando de frente a ella y separadas por cinco asientos de distancia. Una mucama le llevó una bandeja y está agradeció en silencio a la empleada, agradeció por los alimentos en silencio para si misma y tomó la cuchara con un poco de sopa.

Sana por su parte ignoró a la misma empleada que le trajo su comida y con una seña de mano les ordenó que se fueran, pronto el comedor se quedó vacío a excepción de ellas dos y el sonido que habían al comer.

—Mañana necesito que revises todos los documentos respecto a la venta del edificio siete, el comprador necesita revisar algunas pautas del contrato con contigo, mi abogada -esta dijo, T/n no respondió y siguió comiendo- Luego de eso necesito que estés en la compañía a más tardar a las cuatro, tendré una reunión con los inversionistas y necesito que estés ahí conmigo, no quiero que te vayas o que ignores mis llamadas.

T/n dejó la cuchara de lado.

—¿Y mi opinión respecto a eso no importa? -esta preguntó, Sana alzó la mirada de su teléfono- Nunca me preguntas si estoy de acuerdo o si ya tengo planes, siempre es lo mismo y tú...

—¿Tienes planes? -esta la interrumpió.

—No pero...

—Entonces no tienes por qué estar diciendo eso -dijo, está tomó los palillos y comenzó a comer- Tu opinión no importa cuando se trata de trabajo o de tus obligaciones conyugales. ¿Alguna duda?

T/n apretó sus puños por debajo de la mesa.

—Pregunte... ¿Alguna duda?

La azabache alzó la mirada. —No, ninguna.

—Perfecto, ahora come en silencio y vete a dormir, necesito que estés totalmente descansada para mañana.

Y tragándose a fondo blanco su orgullo está no tuvo más opción que quedarse en silencio y obligarse a comer aunque no tuviese hambre.

Una vez más su orgullo era pisoteado tal cual su dignidad.

𝑸𝒖𝒆𝒆𝒏 𝑶𝒇 𝑻𝒆𝒂𝒓𝒔 ©•DUBUMYOUI •Inspirado en gran parte en el k-drama homónimo “La reina de las lágrimas” de Netflix

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𝑸𝒖𝒆𝒆𝒏 𝑶𝒇 𝑻𝒆𝒂𝒓𝒔 ©

DUBUMYOUI

Inspirado en gran parte en el k-drama homónimo “La reina de las lágrimas” de Netflix.

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