Para Haechan, Mark es una melodía breve que tiene que aprender a dejar ir. La música no vive para siempre.
A Mark no le gusta la música, le gusta Haechan.
Para Haechan, Mark no es un sacerdote, pero esa es otra mentira suya.
"𝘋𝘰𝘯'𝘵 𝘤𝘩𝘢𝘯𝘨...
⚠ +18. Este fanfic podría tocar temas sensibles para menores de edad, fans, religiosos y/o creyentes. Léase con discreción.
Playlist de Church of Burned Romances en el siguiente link:
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"A Mark no le gusta la música, le gusto yo."
De entre todas las personas en la tierra mundana, Mark Lee estaba ahí cuando lo necesitaba. Al azar o a causa del destino, él apareció de entre las sombras y sofocó sus temores juveniles con mano sagrada. Mark fue como una canción de cuna en medio de una noche lluviosa con relámpagos fríos y gotas eléctricas, su característica especial era ser una sinfonía que se pierde en la bruma. Tocarlo era fundirse con el aire, cotidiano y necesario para vivir, pero invisible. Era tenerle fe a un santo, una fe vacía.
Mark cumplía con todos los requisitos para ser un buen sacerdote, su único defecto era la música.
Tarde o temprano, la canción tendría que acabarse. Incluso si para Haechan, Mark no es un sacerdote, esa sigue siendo la mentira más bonita que alguna vez ha profanado su alma.
