Un te amo con olor a lavanda. #1 [BORRADOR]

23

Katara 🌪

Charalar con mi padre fue la mejor manera para que ambos estuvieramos mejor, me contó un poco de lo que sucedió en mis días de auciencia y como fue que se enteraron. Principalmente recibió una llamada de Athena la cuál avisaba que había sucedido un tiroteo y enseguida ellos se pusieron en el coche para venir por ambas, pero al llegar al hospital se encontraron con la noticia que una de sus hijas había perdido la vida, mi padre rompe a llorar al contarme que lo primero que corrio por su mente fue mi persona y las palabras de Aurora llegan a mi mente..

No te odio solo odio la manera en la que te aman..

Me cuenta qué mi Madre se desmayó al escuchar al médico y mi padre callo de rodillas al pensar que avía perdido a una de las mujeres mas preciadas para él, mi pecho se comprime al escucharlo. Después de ello, no querian saber quien de las dos es la que estaba con vida, pues no podrian soportarlo pero después llego Athena a su lado y  logro calmar sus miedos, Papá tomo el rostro de Athena y le pregunto.

— ¿Quién fue? — con miedo, le pregunto.

Y puedo ver el dolor en el rostro de mi padre al regresar al momento de la perdida de Aurora y yo no paro de culparme  por no poder protegerla.

— Aurora..

El rostro de mi padre cambio radicalmnete después de decirlo, mire como cambio su senblante por uno mas tranquilo como si aquello que le había dicho Athena le hubiese quitado un peso de encima, como si la muerte de mi hermana fuese mejor que la mia, y la decepción me embargo al darme cuenta que lo que Aurora decía era verdad, que mi padre no veia más halla que de mí y me dolió por que ella no merecia ser la sombra de nadie. El relato de mí padre continúa mientras seguimos observado un lago, me cuenta que después de eso fue con mi Madre y que ella se rompio, ella lloro y grito por mi pequeña hermana y Lucas junto con ella, ambos calleron al suelo con la noticia, y mi padre solo pudo consolarlos. Lo que me me destroza.

Si tan solo no la hubiese invitado, si solo hubiera corrido más rápido yo habría recibido esa y mil balas por ella..

Mi padre llora y yo solo lo abrazo tratando de aliviar un poco su dolor. Los minutos pasan y es hora de ponernos en marcha, tenemos que llegar a casa a volver a tratar de ser una familia, pero una familia rota.

No crei que me dolería volver a casa, a una casa que sin darme cuenta le hacía falta un pilar. Mi padre se mantenía en silencio y con la vista fija en la carretera, mi mente traía miles de pensamientos y emociones que no me dejaban conectarme en ninguno. Pero si tenía uno claro y ese era mi odio hacia Harry.

Mi padre apaga el coche una vez llegamos y sale de el, me tomo unos minutos para después bajar y sentir una presión en mi pecho. Tomo todo el valor que no creí que tenia y me adentro a la casa que compartí durante tantos años con mi hermana. Los mismos colores pero ahora sin luz, los mismos pasillos pero sin risas. Mi madre y hermano se encontraban en el jardín junto a la mesa de centro en la cúal se encuentran las cenizas de mi hermana, algo se rompió dentro de mi al darme cuenta que era un hecho que jamás volvería a verla. Las rodillas me fallan y sin poderlo evitarlo caigo al suelo sin poder respirar..

Mi culpa, esto es mi culpa.

— ¡Katara! — La voz de mi madre llega pero solo me rompe más.

— Mi culpa, esto es mi culpa..

Mis padres corren hacia mí a ayudarme, pero Lucas solo me observa con indiferencia.

— No digas tonterías, no es tu culpa — mi padre se arrodilla y trata de abrazarme pero no se lo permito.

— No..

Me pongo de pie como puedo y busco a Lucas, pero él se niega a mirarme.

— Lucas..

— No, ahora no Katara. — su voz y su rechazo me duelen

— Fue mi culpa, ¿cierto? — pregunto en un hilo de voz, mirando a los tres.

Mi padre niega con la cabeza, mi madre guarda silencio y mi corazón se acelera, trato de hacercarme pero las palabras de Lucas me frenan.

— Si

Mis lágrimas no se contienen, no puedo evitarlo. La confirmación de lo que ya sabía me absorbe haciéndome sentir pequeña. A tropezones salgo de la casa sin hacer caso a los gritos de mis padres, necesito. Necesito..

Quiero morir..

Quiero pagar lo que le hice a mi hermana..

Camino lejos de la casa de mis padres pensando en lo que es ahora mi vida y lo jodida que esta. Estoy comprometida con alguien a quien odio, perdí al amor de mi vida, a mi hermana, a mi madre, y a mi hermano.

¿Lo merezco?

Supongo que si, supongo que todo lo que nos ocurre es por que lo merecemos. El teléfono vibra y lo saco de mi bolsillo, observando el nombre de desconocido, pienso en no contestar pero no deja de insistir. Me limpio las lágrimas y contesto.

— ¡Katara! — la oreja me duele con semejante grito me suena del otro lado — Les dije que me contestaría, es una tía majisima.

— ¿Eh? — no se que decir

— Katara, tía. ¿Ya no te acuerdas de tu amigaso? — la línea queda muerta por mi silencio.

No se quien sea. No tengo la menor idea.

— Ya veo que no, lol que mal. — habla como mil palabras por segundo. Toma una larga respiración y sigue. — Soy tu amigo Sebastian.

Mi cerebro trata de recordar, y recordar pero no llega..

— ¡¿Sebastian?!, no puedo creerlo.

— Pues creetelo reina, por que resucite y más perra que nunca.

Sus palabras hacen que una carcajada salga de mi sin poder evitarlo, Sabastian curso conmigo a la carrera pero la abandono por que no le caían bien los profesores, gustos que podía darse ya que su familia tiene la facilidad económica. Después de su decisión viajo de regreso a España y crei que nunca lo volvería a ver por que es un egocéntrico.

— ¿Tía? ¿Te quedaste muda?

— Eh, no. Solo que no creí que volvería a hablar contigo.

— Pues ya vez que si, y te tengo una sorpresa.

— ¿Cuál?

— En dos días estoy contigo, así que prepárate.

No me deja responder pues cuelga la llamada dejándome con la palabra en la boca, recién caigo en cuenta que me hizo olvidarme de lo que me estaba pasando.