Ep. 6 - Nobita y la Bruja

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En una montaña alta donde el cielo siempre está de noche, en un castillo oscuro y lúgubre, la Bruja Malvada del Oeste estaba en el gran salón con un caldero burbujeando y esperando a que sus paquetes llegaran.


Finalmente los monos alados llegan con el par recién capturados y dejan tanto a Nobita como a Doraemon frente a la bruja sentados en el suelo, quien hace sonar los dedos haciendo venir a un par de Winkies, unos soldados con grandes sombreros de lanudos grises con una armadura grises con detalles rojos, con grandes lanzas y con la piel de color verde y una gran nariz. La bruja poseía un gran ejército de estos, y no olvidemos de la bandada de los monos voladores a su servicio que vuelan sobre ellos.


Los Winkies que respondieron al llamado de la bruja sacan un par de cuerdas y atan a los prisioneros con las manos detrás de sus espaldas y luego retroceden mientras los vigilan.


-¡Bueno, bueno! ¡Parece que finalmente son míos, par de niños tontos!- Dice la bruja de forma victoriosa.


-¡Suéltanos!- Exclama enojado Doraemon, a lo que un Winkie lo agarra de las cuerdas que lo tenían desprotegido y lo empieza a acercar al caldero pegajoso y verde hirviendo y lo mantiene sobre este.


Nobita mira eso preocupado por su amigo -¡¿Qué crees que estás haciendo?!-


-Es que se me antojaba un poco de, no sé... Estofado de mapache ¡JAJAJAJAJA!- Ríe la bruja maléficamente


-¡TE DIJE QUE NO SOY UN MAPACHE, Y NO QUIERO SER UN ESTOFADO!- Reclama el gato azul pataleando asustado porque sentía el calor del caldero hirviendo.


-¡No lo hagas! ¡No puedes hervir a mi mejor amigo! ¡Déjalo!- Grita Nobita mientras empieza a lagrimear.


-¡Dije que me encargaría de ustedes dos, y empezaré primero por tu amigo!-


Lo que dice la bruja malvada hace que Nobita intente pararse pero el winkie que estaba detrás de él se lo impide.


-Si no quieres que convierta a tu "gato" raro en mi cena, ya sabes qué es lo que quiero a cambio, niño- Dice la bruja a lo que Nobita mira los zapatos y solo suspira tristemente


-E-está bien, quédate con las zapatillas, pero no lastimes a Doraemon-


-Nobita- Mira Doraemon a su amigo con una mirada triste


-¿Ves que era sencillo solo entregarme las zapatillas? De todos modos, los mapaches me dan indigestión- Dice la bruja de modo burlezco para hacer molestar a Doraemon haciéndolo poner rojo.


-¡AH, QUE INSISTES! ¡ALÉJATE DE NOBITA, SI LE PONES UN DEDO ENCIMA, TE JURO QUE...!-


El Winkie encierra a Doraemon en una jaula, lo pone en el suelo y con el pie lo manda a una esquina para que no moleste, por allí había un agujero por donde pasaban los monos voladores que llevaba afuera del castillo.


-¡Doraemon!- Grita el azabache mirando que lo habían puesto en una jaula


Nobita, Doraemon y El mago de OzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora