Capítulo 11: Darling boy.

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Sehun se despertó de su sueño cuando las primeras luces del amanecer pintaron el cielo en suaves tonos pasteles, su mente todavía atada al sueño. En la confusa transición entre el sueño y la vigilia, sintió el eco persistente de una voz que lo llamaba, un nombre susurrado en lo más recóndito de su mente. Con un profundo suspiro, parpadeó para eliminar los restos del sueño y sus pensamientos lentamente se fueron fusionando hacia la claridad.

Con un suspiro de sueño, soltó el nombre que permanecía en el borde de su conciencia.

—Junmyeon...

Cuando los ojos de Sehun se abrieron, se encontró con Luhan de pie junto a la cama, su expresión era una mezcla de confusión e ira. El aire a su alrededor crepitaba de tensión, la pregunta no formulada flotaba pesadamente entre ellos.

—¿Estás bromeando?— Luhan enfrentó a Sehun con el ceño fruncido.

Sehun miró a Luhan con expresión perpleja y el ceño fruncido por la confusión.

—¿Qué?— murmuró Sehun adormilado.

—¿Me dices que él no significa nada y gimes su nombre en tus sueños? ¿Así quieres que te crea?— comenzó el hombre delgado exigiendo una explicación por el nombre que había escapado de sus labios mientras dormía.

Sehun dudó por un momento, su mente se apresuró a encontrar una respuesta plausible que apaciguara las sospechas de Luhan. Sin embargo, en ese fugaz momento de incertidumbre, no pudo evitar la sensación de la hermosa presencia de Junmyeon persistiendo en las profundidades de su subconsciente, una presencia fantasmal que se negaba a ser ignorada.

—Yo no...

Ordenando sus pensamientos, Sehun intentó desviar la mirada inquisitiva de Luhan, su voz firme mientras ofrecía una excusa poco entusiasta. Sin embargo, la mirada penetrante de Luhan lo perforó, su frustración era palpable mientras presionaba en busca de respuestas.

—¿Qué, me lo vas a negar? Tienes una jodida erección que está a punto de explotar en tus pantalones, no intentes hacerte el tonto conmigo.— Luhan rechinó mientras se cruzaba de brazos.

Sehun se quedó sin palabras. En ese momento de silencio, no pudo evitar preguntarse qué tenía Junmyeon que seguía atormentando sus sueños, despertando emociones que había enterrado bajo capas de indiferencia.

Mientras el peso del silencio se asentaba entre ellos, Sehun se preparó para la respuesta de Luhan, sabiendo que cualquier palabra que viniera a continuación alteraría irrevocablemente el delicado equilibrio de su frágil paz.

Luhan observó el silencio de Sehun y encontró una profunda profundidad en la quietud que impregnaba la habitación.

—Lo sabía, joder... te lo quieres follar.— Luhan exhaló incrédulo. —Debí saber que te seduciría con esa cara de mosca muerta que carga.

—No lo insultes, hyung.— dijo Sehun suavemente.

La burla de Luhan resonó por la habitación, su incredulidad era palpable mientras luchaba por contener su frustración.

—Esto no tiene nada que ver con él.— La voz de Sehun era suave mientras hablaba.

Pero Luhan no estaba convencido y su escepticismo estaba grabado en el surco de su frente.

—¿Nada que ver con él?— replicó Luhan, su tono estaba lleno de amargura. —Ha estado aquí durante semanas, forzándose en nuestras vidas. ¿Y ahora estás soñando con él? ¿Qué, estabas soñando cómo te lo cogías?

La mandíbula de Sehun se apretó ante el tono acusatorio de Luhan, su paciencia se estaba agotando.

—No te debo ninguna explicación.— respondió Sehun, con la voz teñida de frustración. —Junmyeon ha sido tan amable de ayudarme con Sohee. Dejó su trabajo, su hogar y su vida personal por ella, eso se lo agradezco de todo corazón.

Milk and Honey | SehoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora