II. Gris ágata

1 0 0
                                    

Gris ágata. Matices de negro y blanco mezclados en perfecta sintonía vertidos sobre un lienzo tan extraño como conocido. Desconocido por la gente que no conoce los distintos tonos de gris y todos los parecen igual y, a la vez, admirado por todo aquel que conoce y sabe apreciar ese color especial.

Tú eres ese color. Bondad y maldad por partes iguales, creando una preciosa combinación que no reside en nadie más. Bondad que te abraza, cuida, protege y te hace sentir especial; maldad que te desprecia, hiere, lastima y te hace sufrir. Capaz de dominar a todo aquel extraño que, de una manera u otra, mancha tu lienzo. Apreciando aquellos negros y blancos que te hacen brillar, lo mejoran y despreciando cada nota de color que oculta o resta tu singular belleza sin saber que brillas con tanta fuerza que ningún tono puede sobreponerse a ti.

Para mucha gente serás un gris más. Un color triste, apagado, tímido, sin fuerza, aburrido y monótono. Sin personalidad, ni gustos, ni nada especial... Alguien frío y oscuro que quiere ser negro, pero es demasiado débil para serlo. Alguien que quiere dominar, ser y destruir todo, pero no puede hacerlo. La idea de una tristeza infinita, absurda e insignificante.

Para otros, como yo, eres el mejor gris de todos. Un color entre la destrucción y la creación, el defecto y la virtud, la noche y el día, la muerte y la vida... El punto medio de todos aquellos antónimos que son excluyentes, pero residen en toda alma humana. El limbo es tu paraíso y juegas con eso con gracia y sensatez. Eres un color que ilumina y agranda los espacios. Te inquieta, pero te acoge a la vez, misterioso pero muy usado en nuestro día a día. Conservas la belleza, el misterio, la destrucción, la elegancia, la oscuridad y todo aquello que se admira del negro ébano y la pureza, la bondad, la independencia, la igualdad, la claridad y la frialdad del blanco polar.

Eres ese color que significa sabiduría, conocimiento, imparcialidad, serenidad, elegancia, tristeza, melancolía, neutralidad... para la sociedad occidental, pero para mí solo significa tú. 

Procuro olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora