1/2-Caramelos de frutas y ojos grises

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Ellos vendían caramelos de frutas en los bares. Y, algunas veces, estampillas de la Virgen. Pero las estampillas no eran para vender sino para pedir colaboración. Aunque la verdad es que resultaba mejor los caramelos. Y mucho mejor si los ofrecía Dina porque era chiquita y tenia los ojos grises. A Tomas, las calles le habían enseñado que los ojos grises venden mejor que los marrones .

Los dos hermanos tenían su clientela fija: los viejos hombres de bar que compraban caramelos y los olvidaban en sus bolsillos. Los viejos del bar no podían comer caramelos porque tenían la boca ocupada con cigarrillos negros y palabras para arreglar el mundo. Tomas solía pensar que, cuando los bares cerraban, los viejos hombres se quedarían inmóviles con sus cigarrillos a medio terminar, la palabra a punto de pronunciar y la taza de café en mitad de camino entre la mesa y los labios. A la mañana siguiente, el sonido de las persianas metálicas los pondría a funcionar, otra vez.

El sábado... Tomas y Dina terminaron de vender sus caramelos mucho más antes de lo acostumbrado. !Buena suerte que las personas anduvieran con ganas de masticar azúcar¡

Los niños empezaron a caminar hacia la estación de trenes. Cada una hora, el tren salia, que dejaba mas allá de los suburbios industriales. En un lugar donde las calles no tienen nombre y las casa no tienen ventanas.

Tomas iba tapiando la caja de cartón vacía de los caramelos. De pronto Dina se detuvo.

-¿Que hay ahí ? - Le pregunto a su hermano.

Dina señalo en dirección a la plaza que tenia pocos juegos .

-¡Quiero ir al tobogán !- dijo Dina

-Mejor nos vamos- Contesto Tomas, pensando que podía llegar a tiempo para jugar a la pelota .

Dina sacudió la cabeza para decir que no, que por favor, que fuera bueno. Dina sacudió la cabeza y su hermano entendió porque la gente le compraba los caramelos.

-Esta bien...- Acepto.

Era sábado, y mediodía de otoño. La plaza estaba casi desierta, solo había una un niño con una mujer. Dina corrió asta el tobogán. Tomas en cambio se sentó en una banca de cemento. El ya estaba grande para esas cosas. Tenia ganas, pero mejor que no. Por que si llegaba a verlo a algún otro de la calle iba a gritar de todo y encima a andar diciendo que era nene.

Tomas se acurruco en el banco, del lado del sol. Tanteo la bolsista que su madre le ataba a la cintura, debajo de la ropa, para que guardara la ganancia .!Que suerte que este sábado la gente anduviera con ganas de masticar azúcar¡

Dina se deslizaba por el tobogán agarrada de los costados. Y claro era chiquita. No iban a compararla con el que se tiraba de un envión daba una vuelta completa en el suelo y se levantaba sin apoyarse con las manos.

El sol de otoño a la ora de siestas como un zumbido.

Allí estaba Dina subiendo de nuevo las escaleras del tobogán. Ahí estaba el chico con su abuela.¿Era su abuela o su mama?Mas bien parecía su abuela.

Tomas no quería dormirse pero el sol quería que se durmieran. Lo envolvió en una manta con olor a aire libre le trajo buenos sueños desde allá arriba. Y en pocos minutos gano la pelea.

Dormido, hecho un volito.Tomas estaba soñando cosa lindas.Sueños muy distintos a la vida.Tan distintos como unos ojos grises de unos marrones.

Sin embargo, no de vio dormirse mucho tiempo .Porque cuando despertó el sol estaba en el mimo lugar, y los pinos de la plaza tenían la misma altura.Lo único diferente era el niño y su abuela que se avía marchado.Tomas se refregó la cara y miro el tobogán: Dina no estaba

Llevaba algunos años vendiendo caramelos por los bares; mas precisamente la mitad de su vida.vida. Y había aprendido que en las calles las cosas no desaparecen porque si.

-!Dina¡-llamo-!Dina¡-

Lo primero que hizo fue recorrer la plaza por si a a Dina le había dado por esconderse detrás de un árbol. Pero.Pero no.A lo mejor detrás de los arbustos podados en forma de paraguas.Tampoco...

El monumento era buen lugar, con caballos y todo. Seguramente Dina estaba escondida atrás de un soldado.Tomas miro las caras de los milicos de metal para ver cual de todos no aguantaba la risa para decirme donde estaba Dina.Tomas dio una vuelta entera al monumento con los dedos cruzados y el corazón golpeando tan fuerte como las vaquetas golpean a las baterías. Pero Dina no estaba ahí.

Tomas miro hacia todos lados. La ciudad nunca le pareció tan grande. Tal vez por eso el eligió las calles familiares.

En su esquina encontró al lustra botas que conocía.

-Don ¿La vio a la Dina?

-¿A tu hermanita?-Encogió los hombros -No

Tomas siguió en dirección a las bares donde vendían.Entro en cada unos.Y en todos repitió la misma pregunta:

-¿No vieron a la Dina?-

Los viejos hombres del bar se preocuparon.Hasta le preguntaron como había pasado, y quisieron saber a donde se había perdido.Pero ninguno se quiso levantar de sus sillas .

Al principio,Tomas solo preguntaba...Después, espió para ver si su hermana estaba en las tacitas de café. Para ver si de tan faquita que era, se había metido entre el pan de los sándwich que la gente devoraba sin pena.

Un viejo hombre de bar leía el periódico.Tomas se detuvo en seco porque creyó reconocer a Dina en una foto.Se puso a espalda del hombre para mirar bien.Y entones comprendió que había equivocado:No era Dina la que miraba desde el papel.De todos modos se empeño en leer las palabras de la foto: "Cifras negras .Aumenta el numero de niños desaparecidos".

Cuando termino con los bares que conocioa,Tomas empezo a caminar mas rapido. Observo la exprecuon de las personas que pasaban a su lado.Miro el interior de los autos, busco en las bidrieras.Dobli ka esquina y empezo a correr.Se detubo en el puesto de tevistas. ¿No vio a la Dina?Corrio a la parada de taxis ¿No la vio?...Siguio corriendo... Cruzo con el semaforo ensima.Iba esquibando a la gente y atropeyandola.
-Doña¿No vio a la Dina? Señor ¿No la ha visto?
Llego corriendo a la estacion de trenes.
-Tiene ojos grises¿No la han visto?
Nadie la habia visto.
Las personas atiborraban los vagones y los trenes partian como si no les importara que Dina se hubiese desaparecido.
Tomas se alejo tambiem, corriendo sin tomar aire. No nesesitaba aire para correr.
De pronto, maravillosamente azul y fuerte Tomas vio a Superman en un enorme cartel de propaganda.
Seguramente sabe que Superman vuela sobre la ciudad asi que ae le aserco para pedirle ayuda.Tomas se paro de puntitas de pie para hablarle de mas cerca:
-Caramelos de frutas...ojos grises.-Eran las palabras de su tristesa--:Me quede dormido,y se me perdio.
Superman parecio no escucharlo.Hablo en otro idioma.Y se fue volando,.cartel adentro, tras unos malos de mentira.
Lo unico posible era seguir corriendo,sin sentido,sin aire, sin rodillas.Tomas no nesesitaba rodillas para correr.
La calle que eligii terminaba en el hospital.A lo mejor estaba detras de los muros gruesos, estaba su hermana con un dolor de panza.
Paso por la puerta jiratoria, pero no le dieron gans de jugar. Un olor picante le punzo la nariz.Pregunto y pregunto :
-¿Aqui no esta la Dina con dolor de panza?
Los de blanco no sabian.Los de celeste, tampoco.En todos los pasillos una mujer lo hascia callar con un dedo sobre los labios.
-Es que estoy buscando a mi hermanita - Explico Tomas.
-Silensio,hospital- Respondia ella.
Tomas salio de alli...

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Holiwis
Espero que les este gustando, perdon si es un poco larga.
Despues subire la que falta de este capitulo.


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⏰ Última actualización: Jul 13, 2015 ⏰

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