Uno

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Beomgyu observó la multitud con desdén y se preguntó nuevamente por qué había aceptado venir a la celebración del nuevo Rey Supremo. Era otro de los intentos de su padre para casarlo con alguien influyente, para que de esa manera, su familia pudiera ascender en la escala social. Así era la política en Naverya. Las cosas que algunas personas estaban dispuestas a hacer para obtener poder, incluso comprometiendo sus propios principios, le ponían la piel de gallina.

Se ubicó en el fondo del salón mientras otros intentaban acercarse lo más posible a las familias reales. Eran cinco familias en Naverya: Choi, Jeon, Sung, Hwang y Park. Los cinco reyes gobernaban sus propios reinos. Pero los Choi concentraban la mayoría del poder, el primogénito de cada generación ocupaba el cargo de Rey Supremo, volviendo a su familia objeto de adulación. Los labios de Beomgyu se curvaron con desprecio.

—¡Beomgyu! ¡Beomgyu! —su padre lo llamó intentando llevarlo hasta donde las familias reinantes se encontraban reunidas. Como de costumbre, él estaba al lado del Rey Jeon, por ser el Chambelán Real de la Familia Jeon.

Beomgyu negó con la cabeza ligeramente y notó con placer que su padre le frunció el ceño. Una pequeña parte de él amaba rebelarse. Tendría que hacer algo lo suficientemente bueno como para que él se acercara.

Un poco después una conversación cercana llamó su errante atención.

—Los rumores son que el Rey Choi tiene un Harén de solo hombres.

—¿Estás hablando en serio?

—Sí, aparentemente tiene preferencia por ese género en particular.

—Entonces, ¿no habrá heredero?

—Bueno, todavía tiene una oportunidad de tener un heredero.

—Sólo una pequeña.

—Y aun así... para llevar una criatura a término... bueno…

Beomgyu escuchó el diálogo entre los cortesanos mientras todavía estaban cerca, antes de alejarse. Entonces, el actual Rey Supremo prefería a los hombres. Se preguntó si recaería la responsabilidad en otro miembro de la familia traer al mundo a un heredero. Aunque fuera posible para los hombres de Naverya embarazarse, la posibilidad de que eso pasara era mínima. La consumación entre dos hombres raramente producía descendientes y el acto de dar a luz normalmente ponía en peligro al hombre que cargaba al niño.

La mayoría de las veces la biología de un hombre de Naverya era tal que durante el trabajo de parto podría sufrir complicaciones severas a consecuencia de la pérdida de sangre. Esa era la razón por lo que muchas parejas masculinas preferían adoptar.

Sin embargo, para heredar el reino, se debe tener sangre real y Beomgyu pensaba que adoptar no era una opción para Su Majestad Real.

La velada parecía estar terminando y dio un suspiro de alivio. Con la familia Choi retirándose, todos los demás se dispersarían y su padre no podría presentarlo a alguna potencial pareja, se sentía agradecido por ello. Todavía tenía su libertad.

Beomgyu caminó hacia su padre mientras sonreía para sí mismo.



***



Una celebración realizada en su honor y con su concubino favorito a su lado; Yeonjun se consideraba un hombre con suerte. Afortunado por nacer en el seno de la familia Choi, el poder siempre había estado en sus manos.

Pero su hermano San tuvo aún más suerte, no importaba lo que los demás pudieran pensar. San siendo el segundo hijo, tenía la libertad de elegir. Considerando que, como primogénito, Yeonjun tenía que ocupar la posición de Rey Supremo de Naverya.

—¿Hay alguien que le interese, Su Majestad? —preguntó su concubino Soobin.

—¿Cómo podrían si te tengo a mi lado? —Yeonjun le guiñó un ojo.

❝you belong to me❞ yeongyu.✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora