Prólogo

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–No puedo creer que me hayas hecho esto– murmuro tratando de contener mis sollozos.

–Cassie por favor, puedo explicarlo

–¡¿QUE CARAJOS ME VAS A EXPLICAR DANNIEL?! –espeto furiosa ante su intento por calmarme– ¡¿QUE TE ACOSTASTE CON MI MALDITA MEJOR AMIGA?! ¿O ME VAS A EXPLICAR CON DETALLES LO QUE HACÍAN A MIS ESPALDAS?

– Cass, por favor... – noto el arrepentimiento en su mirada, pero eso es algo que ya no vale nada.

–No Dann, no quiero escucharte, estoy cansada de que hagas conmigo lo que se te venga en gana y luego quieras venir a persuadirme con palabras baratas. Ya eso no va conmigo.

La decepción y el dolor me carcomen, lo único que quiero hacer es irme a casa, empacar mis maletas y desaparecer a algún lugar remoto.

–Cass, yo te amo, por favor no me dejes. Sabes bien que yo no puedo vivir sin ti.

–Pues tenías que haber pensado en eso antes de revolcarte con mi mejor amiga.– digo con frustración– No puedo creer el hecho de haber sido tan estúpida como para tan solo sopesar la idea de rechazar la oportunidad de mi vida solo por ti.

–Cassie, no puedes irte a París a jugar a la bailarina. Sabes que no vas a llegar a nada con eso.

–Pues tu opinión ya no me importa en lo absoluto, y acabo de tomar mi decisión. Me voy.

Me doy la vuelta para caminar hacia la puerta.

–No llegarás a nada con estos juegos de niña tonta, ambos sabemos que luego regresarás a pedirme que vuelva y yo ya no estaré ahí.

–Ya veremos quién de los dos sale rogando– digo antes de cerrar la puerta a mi espalda.

Me voy dejando atrás a Dann, y dispuesta a dejar todo lo que conozco.

Por sanar

Por mi sueño

Voy en camino hacia lo desconocido.

Besos desconocidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora